Deporte y Nostalgia

Rubén Fabián Vergara, un “correcaminos” del fútbol

martes, 30 de junio de 2020 01:49
martes, 30 de junio de 2020 01:49

Caso atípico del deporte. Triunfó en el fútbol por largos 12 años y, apenas “colgó los botines”, se subió a los coches de carrera y fue ganador constante del automovilismo.

Sin embargo, para Rubén Fabián Vergara (49), existe un esquema de prioridades. Se le ilumina la cara para decirnos “me encanta el automovilismo, pero mi gran pasión fue el fútbol, el deporte más lindo que hay. Si las piernas no me fallaban hubiese jugado en primera hasta no dar más”.

Para tener una dimensión de nuestro reporteado de la fecha, digamos simplemente que vistió las camisetas de Sarmiento, Racing de Tinogasta, Juventud Unida de Santa Rosa, Alberdi y Fraile Pintado de Jujuy, Banfield de la AFA, San Martín de Tucumán, Juventud Antoniana, Salta Central y Ateneo Mariano Moreno, en ese orden.

Sus inicios

Vergara recibió a El Esquiú en su casa de barrio El Milagro y allí nos hizo un relato pormenorizado de su campaña, la que avala con cientos de publicaciones y fotos de los diarios locales o de provincias como Salta, Tucumán y Jujuy. También sus triunfos en el mundo motor están reflejados en fotos que hablan por sí solas de sus pergaminos en la actividad.

Pero, más allá de estas acotaciones, vale el relato de Vergara por cuenta propia.

“Yo vivía en el barrio 9 de Julio, donde tenía la casa paterna, y por una casualidad comencé a jugar en Sarmiento. Era un chango chiquito, tenía 14 ó 15 años.  En verdad no quería ficharme en ningún equipo, pero me habló Marcelo “El Chueco” Castro y me dijo que podía hacerlo sin necesidad de estampar ninguna firma, lo que con el tiempo se regularizó. Así pude jugar, desde las inferiores, por varios años en el decano”.

“Mi puesto, desde las etapa juveniles, fue el de centrodelantero. Si tengo que hablar de mis características debo decir que era muy rápido, le pegaba bien y era un definidor clásico, inclusive cabeceando”.

“En mis comienzos, en Sarmiento,  hice inferiores hasta que un buen día el técnico de primera, Andrés Chazarreta, me sumó al plantel superior.  Debuté contra Chacarita,  donde jugaba mi hermano y dirigía mi padre. Se lo dimos vuelta y ganamos 2 a 1. ‘Chaza” me tenía mucha confianza, aunque debo aclarar que tuve que hacer largas suplencias por la calidad de los delanteros que había. Estaba Raúl “El Matador” Herrera en su plenitud y completaban el ataque Lorenzo Segura y José “Peyeyo” Espeche. También lo hacía Juan Carlos Romero, así que cada vez que te tocaba jugar había que rendir al máximo para ser tenido en cuenta. En ese sentido, destaco a Chazarreta por su trabajo y comprensión con todos, los titulares o los suplentes. Aparte tenía un gran plantel. Además de los nombrados estaban en el medio campo Huguito Burgos, Omar Agüero, Lucho Leal y a veces Juan José Pauletto o el ‘Ancuero’ Nieva. De 3 jugaba el ‘Sapo’ Muñoz, Guillo Vera de 6, ‘Tani’ Coronel de 2 y el ‘Tucumano’ Díaz de 4. El ‘Loco’ Juárez atajaba. A pesar de la salida de Chazarreta de la dirección técnica y su reemplazo por ‘Machacho’ Pereyra continué en el plantel que jugaba el Regional. Era el jugador 17”.

Un largo recorrido

Después de aquellos comienzos en el equipo de sus amores y de los títulos conseguidos, Rubén Vergara tuvo un largo recorrido futbolístico en el que mantuvo su condición de delantero ganador y goleador nato.

“Afianzado como jugador de primera, mi etapa siguiente la hice en Racing de Tinogasta, con el que jugué el torneo del Interior. Fui adquirido por el equipo que iba a dirigir el famoso Luis Pentrelli y que también contrató para aquella competencia a cuatro jugadores de Talleres de Córdoba. Me integré junto a dos de mis compañeros en Sarmiento: “El Negro” Carabajal y Marcelo Palacios. Fue una etapa hermosa. Salía los viernes de la escuela e inmediatamente viajábamos a Tinogasta. Hicimos una buena campaña y, paradójicamente, quien nos elimina fue Sarmiento. En el partido decisivo fuimos en ventaja hasta el final cuando cobraron un penal muy dudoso. Con el empate que logró Raúl Herrera clasificó Sarmiento”

“Tras la experiencia tinogasteña, otra vez por decisión de Andrés Chazarreta (fue decisivo en su carrera) que era el técnico, me incorporo a Juventud Unida, donde estuve un par de años de los que tengo gratos recuerdos. Hicimos muy buena campaña y en el primer año perdimos la final con Vélez Sársfield. En aquel equipo alineaban Miguel Córdoba, ‘Yudica’ Moreno, Guillermo Saint Claire, ‘Tracabato’ Carabajal, ‘Perico’ Díaz, ‘Pilo’ Narváez y el ‘Rata’ Gordillo”.

Rumbo a Jujuy

“No había cumplido los 20 años cuando se me presenta la oportunidad de jugar afuera de la provincia. El conocido técnico tucumano, ‘El Bocha’ Peralta –dirigió al San Martín de El Bañado que estuvo a punto de ascender a la divisional superior de la AFA, a Obreros de San Isidro y el Atlético Policial- viajó especialmente a Catamarca para entrevistarme y ofrecerme la posibilidad de incorporarme a Alberti, junto a Atlético Ledesma, el equipo más grande de la Liga de General San Martín de Jujuy. Fue hasta mi casa paterna y me convenció, lo mismo que a Miguel Córdoba y Enrique Saint Claire. Los tres dejamos, con dolor, a Juventud Unida y nos fuimos a tentar suerte en el norte. La verdad me fue bien. En el primer año salimos campeones y fui el goleador absoluto de la temporada. Alberdi hacia 12 años que no campeonaba.  No participamos del Torneo del Interior porque Alberdi renunció a ocupar la plaza y le cedió el lugar a Fraile Pintado, que inmediatamente nos pidió. Cumplimos una excelente campaña y como dato anecdótico me recuerdo que me tocó enfrentar a San Lorenzo de Alem, que era dirigido por Hugo “Jabalí” González. Perdimos en Catamarca y le ganamos en Jujuy. En esos años hicimos una sociedad fantástica con Miguel Córdoba. Yo lo buscaba, el desbordaba y el centro caía justo para que definiera”.

Sus actuaciones en Jujuy despertaron el interés de varios equipos, tanto del noroeste como de la Capital Federal. Vergara eligió inicialmente al Banfield que dirigía Carlos Babington. Esto nos dice.

“Después de la experiencia jujeña, rechacé la chance concreta de jugar en Gimnasia y Tiro de Salta que estaba en el Nacional “B” y por intermedio de Jorge Ortega –un ledesmense que pasó por varios clubes porteños como Deportivo Español, Argentinos Juniors o Estudiantes de la Plata y hoy vive en Japón- fui a probarme en Banfield, que era dirigido en los años 90 por Babington. En aquel equipo del “Taladro” que pugnaba en la “B” por volver al círculo superior alisté con el exarquero de River, Gabriel Puentedura, el “Pipa” Higuaín padre, Stafuzza, Lenguita, Juan Carlos Roldán, el nombrado Jorge Ortega y Wensel, un centrodelantero que supo hacerle tres goles a River defendiendo al Deportivo Armenio. Allí pude jugar contra la reserva de Boca, donde me acuerdo estaba ese gran número 5 que fue el cordobés Villarreal y también Rinaldi. Lamentablemente tuve problemas con el pase, el que pertenecía al más alto dirigente de Alberdi, quien se encaprichó que fuera a Gimnasia y Tiro. Tuve que apelar a la AFA para que me declararan jugador libre. Cuando ocurrió tal cosa, por resultados adversos, Babington había abandonado Banfield. Cosas del fútbol. La suerte de otras oportunidades, no la tuve esta vez”.

“Mi carrera futbolística se prolongó en Tucumán y Salta. Otra vez, con Jorge Ortega, me incorporé a San Martín, que era dirigido por Horacio Bongiovani. Era el tiempo que jugaba Marcelo Tapia, nuestro comprovinciano, en Atlético Tucumán, con quien compartí varios momentos en aquel tiempo”.

“Al dejar San Martín pasé a Juventud Antoniana de Salta y de allí volví a Catamarca, a instancias de José Luis Caciatto, que era el presidente de Salta Central y propietario de la Peugeot, donde trabajo desde hace 23 años. Con este equipo, que tenía grandes jugadores, hice una gran campaña, pero la última camiseta que me tocó defender fue la de Ateneo Mariano Moreno, de la Liga Chacarera. Lo hice por pedido del técnico, el amigo “Picadillo” Vega. También aclaro que en un regional defendí a San Lorenzo de Alem, donde tuve de técnico a Lorenzo Córdoba”.

“A esa altura de mi vida, entre los 27 y los 28 años, jugando para Salta Central, sufrí una lesión importante. Me rompí los ligamentos de la rodilla y nunca más me pude recuperar para estar en nivel de competencia en primera”.

Su pasión por el fútbol, a pesar de los problemas físicos que generaba una rodilla que ya no tenía firmeza, reapareció con los años y hasta el día de hoy le pega a la redonda en los certámenes de veteranos que organiza la Liga local.

“Como el fútbol representa para mí una gran pasión,  ya como veterano joven, pasé a jugar en la Liga. Primero lo hice en DUCA, después en Banco de Catamarca, seguí en El Auténtico y Rev Constructora. Finalmente volví a El Auténtico, donde actualmente alisto en la división supermaxi y también lo hace una mayoría de exjugadores de primera. Destacó que en casi todas las categorías que me tocó actuar pude salir campeón”.

Jovial, tranquilo y con un dejo de nostalgia, este verdadero entusiasta del gol que fue Rubén Fabián Vergara nos dejó sellada una historia deportiva de méritos indudables.

Redacción y producción: Rafael Andrés Bruno                                                      

PASO TRIUNFAL POR EL AUTOMOVILISMO

Claramente triunfador en el fútbol, a comienzos de la década del 2000, Rubén Vergara eligió continuar en el deporte y se volcó a otra de sus pasiones, el automovilismo. Por lo que dice, no le fue nada mal a lo largo de diez años.

 “Me encanta el automovilismo. Comencé por insistencia de mi hermano Dany, un fanático de la especialidad. Debuté, con un Fiat 600, en las carreras de pista en La Rioja y después lo hice en Rally. Mi primera gran competencia fue en el circuito de Polcos y, como lo hice en innumerables oportunidades, me tocó ganar en diferentes clases. Corría con un Volkswagen Gol. Lo hice entre el 2001 y el 2011, lapso en el cual casi siempre subí al podio como ganador”.

“Uno de mis ídolos en esta actividad fue el ‘Turco’ Seleme y durante mis años de automovilismo me tocó correr junto a otros valores catamarqueños como Enzo López, “Gringo” Vázquez, Jorge Seleme, Miguel Lobo o Miguel “Negro” Figueroa, entre otros. Abandoné por varios razones, por ejemplo lo caro que resulta este deporte”.

FICHA PERSONAL

Nombre completo: Rubén Fabián Vergara.

Fecha de nacimiento: 18 de septiembre de 1971.

Padres: Héctor Hugo Vergara y Servanda Moya.

Estado civil: divorciado.

Hijos: uno, Tiziano Baltazar, de 13 años.

Hermanos: Dani, Cielo, Ajó y Caño.

Hincha de fútbol en Catamarca: Sarmiento.

En el fútbol profesional: River Plate.

Jugadores destacados de Catamarca: César “El Ancuero” Nieva, “Peyeyo” Espeche y “Pelusa” Córdoba.

Del fútbol profesional: Gabriel Batistuta.

Ídolo automovilístico local: Jorge Seleme.

Un amigo: José Luis Cacciato.

Una amiga: Rosa Ernesta Leiva, de Tinogasta. Una genia, mamá del ‘Gallo’ Fabio Quiroga que me atendió y me cuidaba como un hijo cuando me tocó defender a Racing de esa ciudad.

Comida preferida: el locro que hacía mi madre. Y las empanadas tinogasteñas de Rosa Ernesta.

Rubén Fabián Vergara. Triunfó en el fútbol, apenas “colgó los botines”, se subió a los coches de carrera y fue ganador constante del automovilismo.

Uno de los equipos de Sarmiento que Vergara (con la pelota) integró con Andrés Chazarreta como técnico.

No es River, sino Frayle Pintado de Jujuy, donde Vergara jugó el torneo del Interior.

“Zurdo” Segura, Miguel Córdoba, Cacho Acevedo, “Yudica” Moreno, Guillermo Saint Claire y Marcelo Pérez. Abajo: “Tracabato” Carabajal, “Perico” Díaz, “Pilo” Narváez, “Rata” o “Mono” Gordillo y nuestro entrevistado. Juventud Unida de los años 90.

Rubén Vergara cuando jugó el torneo del Interior para San Lorenzo de Alem.

Uno de los últimos equipos que defendió Vergara fue Salta Central.

En el automovilismo, Vergara degustó las mieles del triunfo en incontables oportunidades. En la foto lleva en brazos a su hijo Tiziano.

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