La tradicional carrera que se corre en la capital del estado de Indiana, prevista para el próximo 23 de agosto, se llevará a cabo a puertas cerradas por la pandemia de coronavirus, según lo comunicaron este martes los organizadores de la prueba.
Luego de que hace unas semanas IndyCar informara que permitirían un 25 por ciento del público del total de la capacidad del Indianapolis Motor Speedway, la serie informó ayer que por primera vez en su historia las 500 Millas de Indianápolis no tendrían público.

La situación sanitaria en los Estados Unidos obligó a cambiar la decisión a Roger Penske, dueño de la categoría IndyCar, del circuito Indianápolis Motor Speedway y de una escudería con el mismo mombre.

La IndyCar anunció oficialmente la medida con un comunicado en el que asegura que “Con gran pesar anunciamos que las 500 Millas se disputarán sin público, una dura decisión que hemos tomado de acuerdo con las autoridades del estado y de la ciudad”.
Las 500 Millas estaban originalmente programadas para el 24 de mayo y se trasladaron al 23 de agosto. Lo mismo sucedió con la asistencia de público, primero se habló de un 50 por ciento de concurrencia, luego se bajó a un 25 por ciento y ahora será a puertas cerradas, tal como sucede en la Fórmula 1.