Deporte y Nostalgia

Gustavo Martínez Azar, un político apasionado del automovilismo

martes, 22 de septiembre de 2020 02:00
martes, 22 de septiembre de 2020 02:00

Se trata, sin dudas, de una persona pública con amplia trayectoria. Durante la década del 80, siendo aún muy joven, participó activamente de la política. Fue diputado provincial por el peronismo, secretario general de la Gobernación y ministro de Gobierno de Vicente Saadi. También ocupó posiciones en la Justicia provincial, en calidad de camarista.

La guardia vieja de la política lo reconoce perfectamente, pero muchos ignoran –especialmente los jóvenes- de su pasión por el automovilismo, más concretamente por las carreras de Rally.

Pioneros de la actividad                                                                                

Precisamente desde la política, hace más de tres décadas, nuestro entrevistado de hoy tuvo influencia decisiva para que Catamarca se convirtiera en una plaza importante del automovilismo nacional.

“La iniciativa de instalar el campeonato argentino de Rally nació por los años 1987 y 1988 y surgió por la decisión firme de la Asociación Automovilística Ambato (AAA), que contaba con dirigentes muy importantes como el doctor Guillermo Soria –recientemente fallecido-, Gustavo Carrizo y otros muchachos que amaban esta actividad deportiva”.

“Los muchachos me propusieron hacer un armado logístico, porque la base del parque automotor la teníamos. Contábamos con pilotos como Jorge Seleme, “El Negro” Filippín, “Dito” Marenco, Moreyra o José Luis Cortesse, entre varios más. Se trataba de un enorme desafío porque para imponer la categoría resultaba imprescindible la participación de las otras provincias del NOA. Los contactos ya existían, pero lo mismo había que ir a coordinar todo el andamiaje que requiere una carrera de Rally y entrevistar a todos los gobernadores de la región”.

Influencia de Vicente Saadi

Lógicamente, lo repetimos, para llevar adelante una iniciativa de esta magnitud se necesitaba del apoyo del Estado. De esta manera, Martínez Azar destaca la predisposición que mostrara el exgobernador Vicente Saadi, en cuyo gabinete ocupó el cargo de ministro de Gobierno.

“Aparte de la trascendencia política provincial y nacional, Saadi tenía en claro que el deporte, desde los tiempos de Perón, debía contar con apoyo y desarrollo en sus diferentes manifestaciones. Lo interesé por todo el espectro deportivo y especialmente por el automovilismo, que es pasión de los catamarqueños. Me autorizó a que avanzara con la idea y con el desaparecido amigo Brizuela, titular de la Federación Catamarqueña del Deporte Motor, entrevistamos al doctor César Carman, entonces titular del Automóvil Club Argentino (ACA). Fue una tarea titánica homologar un Rally del NOA y poder diferenciarse de Córdoba, centro neurálgico del automovilismo. A Buenos Aires viajamos en muchísimas oportunidades, a los efectos de presentar documentación y las garantías económicas, hasta que finalmente logramos el sueño de la homologación”.

Pilotos y navegantes

“A partir de aquel momento, lo digo con gran orgullo, Catamarca quedó dentro del NOA a la cabeza en materia de pilotos y navegantes. Claro que tuvimos que ir provincia por provincia promocionando el rally y la participación de la mayor cantidad de pilotos. La Rioja adhirió a través de la figura de su exgobernador, Carlos Saúl Menem, que en varias carreras se puso el casco y fue animador de estas carreras. En Tucumán, aparte de los mellizos Eleter, contamos con el apoyo inestimable del amigo Sánchez, oriundo de la ciudad de Concepción; en Santiago del Estero cerramos con los hermanos Yambrone todo lo referido a cronometraje. En Jujuy no había pilotos, pero conseguimos descubrir un gran valor que corría con un coche, Peugeot 504, que supo utilizar Carlos Demelchiori. Una vez que completamos nuestro periplo por el NOA, fijamos a la Hostería de Concepción (Capayán) como lugar de reuniones. Allí armamos el calendario de carreras en las distintas provincia y lo más importante que, al superar divergencias, pudimos dejar atrás todos los antagonismos que existían”.

La idea de un autódromo

Martínez Azar, puntal de aquella organización, también refirió la idea de construir un autódromo propio, lo que finalmente no se pudo concretar.

“De no haber ocurrido ciertas circunstancias políticas lamentables, como la muerte de Vicente Saadi, ese proyecto era posible. En ese tiempo teníamos solamente el circuito callejero ‘Kiki Pérez Navarro’ y otro parecido en la zona de Fray Mamerto Esquiú. Después del 91, cuando asumió el nuevo gobierno, se reflotó nuestra idea y creo que desde Capresca, que la conducía Carlos Seleme, se dieron los primeros pasos, pero no se avanzó demasiado. Recuerdo perfectamente que estaban dadas las condiciones por la cantidad de pilotos (ya se habían incorporada a este metiers Fernando Rivera, Ricardo Moreno, Antonio Prevedello, etc) y por la respuesta de la gente de Catamarca que es apasionada del deporte motor. Aparte, la provincia tenía una enorme presencia en el ACA y hasta se postulaba para ser sede del campeonato mundial. Vaya si hacía falta un autódromo propio y completo como el que tiene Santiago del Estero. En todo ese tiempo, debo destacarlo, la ayuda del gobierno peronista fue importantísima y fundamental porque el automovilismo es un deporte caro que importa la preparación de los coches, prácticas, traslado a otras provincia, etc”.

“Me cantaron al revés la curva”

Aparte de haber sido pieza fundamental para el desarrollo de las carreras de Rally en la provincia, su afición por la actividad lo llevó a colocarse el casco y participar de varias carreras.

“Así es. Tuve varias participaciones. Lo hacía con un Fiat 128 y tenía como navegante al “Veneno” Correa. En una oportunidad no puede contar con él e improvisamos un acompañante. En un sprint entre La Merced y El Portezuelo me señaló equivocadamente una curva y volqué. Quien me siguió en la pasión por los fierros fue mi hermano Daniel”.

Otros recuerdos

Como lo dice el título, Martínez Azar es un enamorado del automovilismo y, aparte de las carreras de Rally, propició las de monomarcas, donde destacó las actuaciones del ‘Turco’ Seleme.

“La verdad que me tocó vivir y ser protagonista de una época de oro del automovilismo. La presencia institucional fue impresionante, como antes seguramente lo fue con don Juan Bellavía a la cabeza. Como síntesis debo destacar el empuje que recibimos de don César Carma, por cuyo motivo se instituyó su nombre al pasaje anexo al Automóvil Club de Catamarca”.

“Más allá del mundo motor, recuerdo que desde la función pública pudimos apoyar otras manifestaciones. Fue un tiempo que el boxeo, por ejemplo, tuvo amplios apoyos y, bajo la conducción de Alberto Trezza, hubo colaboración para que surgieran grandes valores, entre ellos Hugo Rafael Soto, que llegó a conquistar el título mundial. El futbol también fue motivo de preocupación a través de dirigentes como Pedro Toloza o Primo Prevedello”.

“Aplaudo la decisión de reparar al Bicentenario y poder ver de nuevo el estadio repleto. El objetivo prioritario debe ser el fútbol, pero también una obra de esta naturaleza hay que atarla al turismo”.

Redacción y producción: Rafael Andrés Bruno.

FICHA PERSONAL

Nombre: Gustavo Martínez Azar.

Edad: 63 años.

Nombre de sus padres: Gustavo Adán Martínez y Agustina Azar.

Estado civil: casado con Aydee Morra.

Hijos: seis en total. Emilce, Gustavo, Juan Pablo, María Florencia, Juan Ignacio y Juan Manuel.

Nietos: María del Valle, Federica, Efraín, Juan Francisco y Emilia.

Hermanos: Matías, Cristina, Silvia y Daniel.

Profesión: abogado, recibido en la Universidad de Córdoba en 1980.

EPÍGRAFES

Fue el gran artífice de las carreras de Rally en la década del 80.

Una vieja foto con la presencia de participantes y dirigentes del automovilismo. Entre ellos el doctor Soria, ya fallecido, y nuestro entrevistado de la fecha.

El exministro y piloto, doctor Gustavo Azar, recorriendo uno de los tramos de carrera entre La Merced y Palo Labrado.

Eduardo “Negro” Filippín, uno de los pilotos más notables que dio el automovilismo de Catamarca.

Juan María Traverso, “El Flaco”, fue una de las presencias estelares de una carrera de rally en suelo catamarqueño.

La invitación que salió para los pilotos en el año 1988. Se destaca allí el auspicio del gobierno de la época.

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