Los campeones de la Champions League y de la Europa League se vieron las caras en Budapest para una nueva edición de la Supercopa de Europa, en donde Bayern Munich llegaba como el gran candidato, pero el Sevilla mostró los dientes desde el arranque y obligó al máximo esfuerzo de los alemanes para quedarse con el triunfo.

Lucas Ocampos, de penal, fue el encargado de abrir el marcador tras una falta de Alaba a Rakitic, flamante incorporación de los andaluces. Sin embargo, la desventaja provocó la mejor cara de los dirigidos por Flick, que a los 33 consiguieron el empate tras una gran jugada colectiva culminada por Leon Goretzka.

A partir de ahí, el conjunto bávaro fue de menor a mayor y dominó las mejores acciones, chocando contra la figura de Bono que en la segunda mitad fue clave. Por otro lado, el VAR actuó dos veces en favor del Sevilla, anulando un tanto de Lewandowski y otro de Sané por posición adelantada y falta, respectivamente.

Pese al control del juego, el equipo de Lopetegui no bajó los brazo y contó con chances claras que En Nesyri no pudo definir. La primera tras un mano a mano ante Neuer que significaba la victoria y luego, en el primero de los tiempos suplementarios, también se topó con el arquero alemán y el palo.

Sobre el final de esos 15 minutos agregados iba a llegar la remontada. Tras la salida de un corner, Alaba reventó las manos de Bono y en el rebote Javi Martínez estampó el 2 a 1 de cabeza para darle así al Bayern Munich su segunda Supercopa de Europa sobre cinco disputadas y extiende su dominio en Europa.