El pasado viernes 4, apareció una nota periodística en diario El Ancasti de Catamarca, relacionada con el historial del karate en nuestra provincia. Al respecto, debo recordarles a los amantes de este arte marcial, encabezados por Juan José Barrios, que el gestor de la fundación de la Asociación Catamarqueña de Karate fue el desaparecido amante del mismo, Luis Mario Villone. Acompañé sus esfuerzos y fui el redactor del estatuto de la entidad madre, ya que fuimos compañeros de trabajo en el ámbito de la Subsecretaría de Prensa y Difusión de Casa de Gobierno. Él en calidad de fotógrafo y camarógrafo y quien escribe esta nota como integrante del plantel de periodistas de ese organismo oficial. Al respecto, les recuerdo a los muchachos de la citada entidad madre, parte de la entrevista que le hice precisamente a Juan José Barrios en las páginas del diario El Esquiú, también de San Fernando del Valle de Catamarca. Aquí se la reproduzco.

“Aunque en décadas anteriores ya se practicaba discontinuamente y en base a elementales conocimientos técnicos, tácticos y estratégicos, recién en los años ochenta del siglo pasado el karate, una de las diversas ramas de las artes marciales, inició su derrotero institucional y deportivo en nuestra provincia, merced a los esfuerzos y las ansias de quienes se propusieron ocupar un espacio bien definido en una actividad modeladora de los más elevados valores espirituales y cuyo origen se remonta a épocas milenarias allá en los lejanos territorios orientales del planeta Tierra.

“Hace alrededor de treinta y siete años, un grupo de enamorados de la especialidad, encabezados por Luis Mario Villone, quien sin duda alguna se constituyó por derecho propio en su “alma mater”, fundaron el 17 de mayo de 1983 la actual Asociación Catamarqueña de Karate (ACK), cuya personería jurídica le fue otorgada el 16 de junio del mismo año. Me tocó en suerte, dada la gran amistad que me unía a este tucumano “nacionalizado”  catamarqueño, que ya no está entre nosotros, acompañar  el proceso de gestación de una entidad que es un verdadero ejemplo de organización y administración en nuestro medio, donde hoy sobran aquellas que sobreviven en la lamentable condición de irregulares. Por una razón elemental. Fui el redactor de los estatutos de la flamante ACK, cuya base se asentó en su similar de la provincia de Tucumán, introduciéndole las pertinentes reformas para adecuarla al medio.

“Villone, además de excelente deportista, fue camarógrafo del canal provincial de televisión, donde me desempeñé como integrante del staff periodístico por espacio de varios años, conduciendo el programa “A Todo Deporte”, cuando este medio de comunicación estaba instalado en el quinto piso del actual Banco de la Nación Argentina (exBanco de Catamarca). Al trabajar juntos, me pidió que le diera una mano para llevar adelante su objetivo, motivo por el cual conozco en profundidad la temática de este deporte. Entre otras cosas, Villone se encargó de respaldar al capacitado karateca porteño Juan José Barrios, nacido en el barrio de Flores, cuando apareció por Catamarca dispuesto a entregar sus conocimientos y experiencias en la disciplina. Hoy, Barrios es un cotizado séptimo dan (alta graduación entre los cinturones negros) de la disciplina y, por ende, la figura cumbre del karate, con proyección a nivel nacional e internacional”. 

Escribe: Leo Romero