El poderoso Bayern Munich, de Alemania, ganador de la Liga de Campeones de la UEFA, jugará hoy ante Tigres, de México, vencedor de la Copa de Campeones de la Concacaf y que tiene como titulares a los argentinos Nahuel Guzmán y Guido Pizarro, en la final de la Copa Mundial de Clubes que organiza la FIFA en Qatar.

El encuentro se desarrollará este jueves desde las 15 (hora de la Argentina) en el Estadio Qatar Fundation y en caso de igualdad se recurrirá a 30 minutos suplementarios y de continuar la paridad el campeón se definirá con remates desde el punto penal.
Previamente, a las 12, el “premio consuelo”, el cotejo por el tercer puesto entre Palmeiras, de Brasil, campeón de la Copa Libertadores de América, y Al-Ahly, de Egipto, campeón de Africa.

Bayern buscará su segunda consagración luego de haber ganado el mundial en 2013 al superar al Raja Casablanca, de Marruecos, en la final, mientras que Tigres logró ser el primer equipo de la Concacaf en llegar a la definición del certamen.
No hay dudas sobre que el Bayern es el equipo que posee el rótulo de “favorito” y que casi todos los cercanos al mundo del fútbol consideran que hay escasas chances de observar al equipo mexicano levantando el trofeo, pero el fútbol es maravilloso debido a que en algunas ocasiones la lógica queda de lado.

El equipo alemán tiene un valor nominal de 1.059.700 millones de dólares, cifra que supera en casi 15 veces a los 71.57 millones de dólares que tiene como valor el plantel de Tigres de Monterrey.

El plantel que dirige por Ricardo Ferretti incluso vale menos que siete de los jugadores del equipo germano y como ejemplo vale citar al notable delantero polaco Robert Lewandowski que se cotiza en 72.29 millones.

Bayern llegó a la final al vencer a los egipcios de Al-Ahly por 2-0 con tantos de Lewandowski, en un compromiso que ganó sin demasiado esfuerzo, dando la impresión que dosificó el despliegue ante un respetable adversario pero de desigual calidad.
Tigres jugó en cuarto de final venciendo al Ulsan Hyundai, de Corea del Sur, campeón asiático, por 2-1, con goles de su figura el goleador francés Andre-Pierre Gignac, y luego dio el gran golpe al eliminar en semifinal a Palmeiras, por 1-0, con otro tanto del galo.

El equipo mexicano juega bien, es ordenado y en la ofensiva cuanta con Gignac que es desequilibrante, pero ni la dinámica y ganas de los coreano ni la pobreza evidenciada por Palmeiras son parámetros para medirse con el equipo alemán.
El Bayer, actual puntero de la Bundesliga, reúne todos los atributos, como velocidad, capacidad técnica, organización, desequilibrio, fuerza e inteligencia, valores que lo hacen muy merecedor de ser considerado el mejor equipo de clubes del mundo.

En caso de ganar los alemanes se extenderá la brecha entre la opulencia europea y la diezmada calidad sudamericana ya que sería el octavo título consecutivo para un representante de la UEFA desde el lejano 2012 ganado por Corinthians de Brasil.