Tras el primer entrenamiento de Marcos Rojo en Boca el martes a la tarde, se encendieron las alarmas en el cuerpo técnico de Miguel Ángel Russo porque el flamante refuerzo sintió una contractura en el gemelo en su primera práctica con su nuevo club.
Ayer por la tarde iban a evaluar cómo se encuentra el futbolista de 30 años y si amerita que le realicen algún tipo de estudio para descartar cualquier tipo de lesión muscular.

Mientras que el arquero Esteban Andrada también sufrió la vuelta a los entrenamientos y, al igual que Rojo, sintió una molestia similar en el reducido que se llevó a cabo este martes.

Sin embargo, por ahora el ex Lanús corre con la misma suerte que el defensor porque si bien no continuaron en la práctica, solo frenaron por precaución y por el momento no serán sometidos a estudios.