Deporte y Nostalgia

Juan Exequiel Liendo: docente de alma, jugador de excepción

martes, 16 de marzo de 2021 00:21

Su vida estuvo dedicada a la docencia. Su condición de profesor de Educación Física, paralelamente, desde niño o adolescente, lo asoció al deporte.

Su fuerte, sin dudas, fue el fútbol, donde brilló con luces propias y dejó   gratos recuerdos en clubes importantes del medio como el Atlético Sarmiento y Defensores del Norte. Sin embargo, otra de sus pasiones fue el básquetbol, disciplina en la que le tocó defender al “viejo” Atlético Montmartre, la desaparecida institución de Colón y Obispo Esquiú.

LOS CAMINOS A CATAMARCA

Liendo no es un apellido común en Catamarca. De hecho, nuestro entrevistado no nació en Catamarca, pero definitivamente está adoptado como un hijo de esta tierra, donde trabajó por largas décadas –cinco al menos- a la par de los estudiantes, formó su familia y desplegó actividades docentes, sociales y deportivas que lo distinguen como tal.

Su cuna natal fue Frías, la progresista ciudad santiagueña que conforma el límite Este con Catamarca y que alguna vez perteneció a nuestro territorio. Allí, en tiempos difíciles y condiciones adversas, hacia finales de la década del ’40, nació Juan Exequiel. Con “x”, como nos remarca.

Cuando transcurría la primera adolescencia ya mostraba sus inclinaciones por la actividad física, la que iba a marcar su impronta de vida. De aquel tiempo de nostalgia nacen recuerdos hermosos. Los leemos.

“Hice la primaria y secundaria en Frías y siendo todavía muy joven fiché para el club Central Córdoba, donde debuté en primera división a los 15 años. También integré los seleccionados frienses. Al poco tiempo, por razones de estudio, debí trasladarme a Córdoba, donde me recibí de profesor de Educación Física”.

“Casi inmediatamente me tocó cumplir con el servicio militar en la provincia de Salta, obligación que se me hizo más liviana que a otros compañeros por el fútbol. Es que un teniente primero de la unidad militar estaba relacionado con el club Comercio, que jugaba en aquel año 1969 en la división ascenso. La promesa del militar, a cambio de jugar, era darme la baja del Ejército y la verdad que ambas partes cumplimos. Me tuve que quedar 15 ó 20 días más, ya siendo civil, para cumplir con Comercio, con el que logramos el Ascenso.”

“De regreso a mi pueblo fui a trabajar en el club Coinor, que tenía la pileta de natación más importante de la zona. Y con Coinor, en calidad de refuerzo, vine a jugar un campeonato provincial en Catamarca. Fue en enero de 1970. Lo hice por consejo de un familiar que también jugaba y llegó a hacer carrera en el fútbol profesional. Por aquel provincial, casi sin quererlo, se me abrieron las puertas de la provincia”.

“Aquí en Catamarca tenía un primo hermano con influencia que, en aquel tiempo, se desempeñaba como presidente del Consejo de Educación. Hablo del profesor Rosendo “El Pibe” Ruiz (figura histórica del radicalismo catamarqueño y uno de los pioneros de la creación de la UNCa.), quien a pesar de sus simpatías por Defensores del Norte me comunicó que Sarmiento, presidido entonces por Adolfo Sánchez, tenía interés en mis servicios. Tras el acuerdo entre clubes acepté integrarme en la doble función de jugador y preparador físico del gran equipo decano de 1970”.

UN REGIONAL INOLVIDABLE

Durante la charla con Liendo, sin hesitar, destaca la calidad de un plantel que no en vano logró campeonar y tener una actuación memorable en el Regional de ese año. Menciona, entre otros, como piezas fundamentales a los hermanos Perea –Jorge y Edgardo-, al “Chalita” Sosa, al “Iguana” Ibáñez, a Pedro Avellaneda, al “Gallego” Frias y a un terceto de mediocampistas que no dejaba respirar a los rivales: Néstor Cano, Angel Sosa y Ricardo Miranda.

Con aquella base, Sarmiento jugó el Regional –en aquel tiempo la clasificación se disputaba en partidos de ida y vuelta- y le tocó en suerte enfrentar a uno de los poderosos del norte, Juventud Antoniana, que se había reforzado e invertido fuertemente para llegar al círculo superior. El duelo, memorable, tuvo su historia aparte.

“La verdad que estuvimos a punto de clasificar. Perdimos 2 a 1 en la ida y los salteños sabían que el partido había sido parejo y corrían el riesgo, como visitantes, de resignar la clasificación. Por ello, inmediatamente, tramitaron que esa revancha se volviera a jugar en Salta, a cambio de una suma de dinero equis. Los dirigentes de Sarmiento (Sánchez Ahumada, Kotler, Fadel y Monllau, entre los que recuerdo), mientras cenábamos en Tucumán durante el regreso a Catamarca, nos comunican el ofrecimiento salteño y nos prometen a cada uno de nosotros una suma de dinero que, en mi caso, equivalía al sueldo que me pagaban en la Escuela Piloto. De esa forma, a la semana siguiente volvimos a jugar en Salta, donde hicimos méritos para ganar y clasificar. Tanto es así que nos pusimos 2 a 1 en pleno segundo tiempo cuando, solo frente a Iñiguez, tuve la chance de liquidar el pleito. Milagrosamente salvó el arquero. Jamás olvido aquella jugada y el pase de Leopoldo Ponce que me sirvió la chance del 3 a 1. Finalmente el partido terminó 2 a 2”.

LOS AÑOS EN DEFENSORES DEL NORTE

Tras su exitoso paso por Sarmiento, del que guarda gratos recuerdos, Liendo recibió en 1971 una oferta tentadora de Defensores del Norte. El doctor Joaquín Ignacio Avalos, presidente del club y entonces  subsecretario de Asistencia a la Comunidad, le ofreció militar en la institución de avenida Belgrano como jugador y preparador físico, al mismo tiempo que pasaría a desempeñarse como profesional en la Dirección de Deportes.

“Yo digo que el tráfico de influencias siempre existió y en esta oportunidad me sirvió. Desde la Dirección de Deportes se podían hacer muchas cosas por el deporte y, aparte, seguía activo en el fútbol. En Defensores llegué a jugar siete años, integré el equipo que logró el primer campeonato oficial de su historia –año 1975- y tuve como compañeros a grandes valores como Víctor Jalil, el “Chino” Castillo”, Coronel, Leal y tantos otros buenos jugadores. Hasta se me permitió llevar al club a un coterráneo y gran arquero como Víctor Rodríguez”.

EL BASQUETBOL: LA OTRA PASIÓN

Lo que muchos jóvenes amantes del deporte no saben es que, aparte del fútbol, Liendo tuvo una predilección especial por el básquetbol.

“Cuando llegué a Catamarca fui a vivir en un domicilio de la avenida Ocampo, muy cercano a Montmartre. Me acerqué con intenciones de jugar, como lo hacía en Central Córdoba de Frías. Hablé con la dirigencia y creamos una escuela, mientras pasé a integrar el plantel superior que tenía como figura estelar a Julio ‘Torta’ Hausberger. En ese tiempo la competencia era muy pareja y las canchas se poblaban de gente. Hasta jugué una final en la vieja cancha de la Federación de Básquetbol a estadio repleto”.

“Si bien es cierto que el fútbol fue mi deporte de cabecera, no lo es menos que el básquetbol formó parte de mi carrera de manera especial. No solamente jugué, sino que lo enseñé en todas las escuelas y en las divisiones inferiores. Fui entrenador nacional de básquetbol, título que obtuve en Buenos Aires, y fue la materia que más estudie. Aparte fuí partícipe de bajar a Catamarca los cursos que se daban en Buenos Aires y de los cuales surgieron varios entrenadores locales”.

Según sus propias expresiones “me conocen mucho como docente que fui. Tuve a mi cargo miles de alumnos que hasta hoy me saludan en la calle”.

A ese reconocimiento espontáneo para Liendo, hay que agregarle el del deporte que, invariablemente, lo elevó por sus valores y corrección.

Redacción: Eduardo Molas.

Producción: Rafael Andrés Bruno.

Puntal de la Liga de Veteranos

Si la Liga de Veteranos de Catamarca alcanzó un desarrollo extraordinario a partir de su fundación –año 1985-, nadie podrá negar que Juan Liendo fue uno de los eslabones fundamentales de este fenómeno deportivo que mereció reconocimientos unánimes, inclusive fuera de la provincia.

Presidente por dos períodos, desde 2008 a 2012, le tocó suceder a José Carlos Tapia y en verdad logró consolidar todo lo bueno que se había hecho hasta allí. Se aumentaron los clubes, las categorías, los campeonatos estaban bien organizados, se cumplía con los reglamentos y estaba asegurada la participación de Catamarca en los certámenes argentinos.

“Tengo los mejores recuerdos de mis dos presidencias. Aparte de la competencia local, me tocó organizar el primer argentino en Catamarca, una fiesta total. También fui designado vicepresidente de la Asociación Argentina de Veteranos, pero lo más importante es que la Liga trascendió y se convirtió en un hecho social que posibilitó a los mayores participar del deporte y confraternizar. Juntar a profesionales, por ejemplo, con un obrero cualquiera es una experiencia única. La Liga, además, permitió a padres y abuelos salir de sus casas y no quedarse solos, lo que está comprobado enferma. Es decir que se contribuyó a la salud física y mental, lo cual no tiene precio. Desde lo personal, sostengo que presidir la Liga requiere de un compromiso tremendo. No solo se trata de conducir las reuniones de los martes. Hay que atender eventualidades y problemas todos los días”.

Sus últimas palabras refieren su paso por el club de veteranos Maderera Concepción, en el cual jugó hasta los años 2.000 y actualmente dirige.

“Fue una experiencia previa a la fundación de la Liga. A comienzos de los 80 formamos el grupo que, de manera efectiva, conducía Miguel Bernales, y contaba con la participación de jugadores como ‘Toni’ Bazán, Ricardo Mascareño, Jorge Vargas, el ‘Negro’ Herrera, Juan Carranza, Enrique Gómez y Carlos Elizalde, entre otros. Después vino una pléyade de buenos amigos y compañeros. A mi tocó estar en la cancha por muchos años hasta que aproximadamente una década atrás mi rodilla –menisco y artrosis- dijo basta. De allí pasé a ejercer como técnico, pero la pasión a los 72 años se mantiene intacta”.

Ficha personal

Nombre: Juan Exequiel Liendo.

Edad: 72 años.

Fecha de nacimiento: 25 de mayo de 1948.

Padres: Segundo Exequiel Liendo y Antonia Ledesma de Liendo.

Esposa: Nelly Tapia Juárez de Liendo.

Hijos: Fernando Liendo (licenciado en Economía) y María Laura (licenciada en Ciencias Políticas).

Nietos: Indalesio (10 años), Juanita (4) y Caetano Comba Liendo (2).

Condición laboral: Jubilado. Completé mi actividad docente como rector del Instituto de Educación Física.

Hincha de un club local: Defensores del Norte….con simpatías para el Atlético Sarmiento.

Hincha en el fútbol profesional: River.

Estudios: primarios y secundarios en Frías (Santiago del Estero). Los terciarios los hizo en la Universidad de Córdoba, donde recibió el título de profesor de Educación Física.

Jugadores destacados en el fútbol catamarqueño: Ramón Angel “Negro” Aguirre y Ramón “Chichilo” Naranjo. Entre quienes fueron mis compañeros Pedro “Chino” Castillo.

Hobby: participar de la dirigencia deportiva, lo cual llevé a cabo especialmente con el fútbol y el básquetbol.

Anécdota: más que un anécdota un gusto. Una guitarreada, el canto, la serenata, el folclore. No toco instrumentos, pero canto.

Comidas preferidas: las empanadas y el cabrito al estofado, como lo hacía mi madre.

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