El pasado fin de semana se corrió en San Luis el Campeonato Argentino de Ciclismo de Ruta para las categorías Menores y Juveniles y el catamarqueño Sebastián Coronel (13 años) se consagró campeón en la Clase 2007, consiguiendo la única medalla dorada para nuestra provincia.
Hasta ahí la crónica informativa de lo que fue su participación, la que tal vez ya muchos conocen.
Pero detrás de este jovencito deportista hay una historia que bien vale la pena darla a conocer.
La de Sebastián es una historia de esfuerzo y superación, un claro ejemplo de que cuando se quiere se puede, y una enseñanza de no bajar los brazos ante la adversidad y demostrar que todo es posible.
Sebastián vive en el Barrio Santa Marta, en el castigado sector sur de la ciudad Capital, en el seno de una familia humilde, a la que no le sobra nada, pero a la que le faltan muchas cosas.
Sebastián se consagró como el mejor del país en su categoría y lo hizo sin tener su propia bicicleta. Fue al Campeonato Argentino con una bicicleta prestada, pero tenía que ir, porque sabía que la vida le tenía preparado semejante logro.
Gustavo Bazán, que tiene a su hijo de 12 años corriendo, le prestó una bicicleta a Sebastián, a quién lo quiere como a un hijo.
Sebastián integra la Escuela de Ciclismo que dirige el profesor Edgar Castro, otro puntal fundamental para su consagración.
“Cuando estaba cerca del final ya pensaba que era campeón, pero ya estaba pensando a quien iba a agradecer, porque si no fuera por ellos no lo podía haber logrado”, le dijo Sebastián a El Esquiú Play.

“No tengo bicicleta, cuando supe de la fecha del Argentino le pedí a Gustavo Bazán que me preste la bici y con esta bici pude salir campeón. Empecé a entrenar con la bici, hasta que me acostumbré y le agarré la mano, estoy muy agradecido con Gustavo y con el profe Edgar”, señaló el flamante campeón argentino.
Sebastián comenzó a correr a los 3 años y con el ciclismo dice que quiere “llegar a lo más lejos que pueda, ese es mi sueño”, afirma con timidez, agregando que “ojalá que me puedan dar una bici”.
Cuando llegó al barrio con la medalla y la casaca de campeón argentino fue recibido como un héroe y no es para menos, el “Santa Marta” ahora tiene un nuevo ídolo y un espejo para la juventud.

Orgullosos y emocionados

“Orgulloso del campeonato ganado por Sebastián, todavía me dura la emoción y también muy contento por lo que hicieron los otros chicos de Catamarca en el Campeonato Argentino”, señaló el profesor Edgar Castro, que sumó su tercer campeón argentino consecutivo, tras los logros de Valentín Castro (2019) y Gonzalo Yapura (2020).
“En los campeonatos argentinos ver las bicicletas que hay da miedo y uno las mira de reojo, es impresionante el nivel de bicicletas que hay y Sebastián fue con esa bicicleta que es de aluminio, la rueda de delante de carbono y la de atrás de aluminio y se si la pones a la par de las otras bicis debe tener cuatro kilos más, eso es admirable. Lo que hizo fue impresionante, muchos entrenadores me decían y estaban admirados como subía y la diferencia que le sacaba al resto”.
Por su parte, Gustavo Bazán, quién le prestó la bicicleta a Sebastián comentó que “tengo un gran aprecio hacia a él, uno se representa cuando era chico, que quería hacer un montón de cosas pero lamentablemente no podía por cuestiones económicas por la situación de la familia”.
“Cuando me pidió la bici le dije ahí la tenés y cuando salió la fecha del Argentino le dije al padre que lo iba a llevar a San Luis, porque hace dos años que quiere ir y no puede viajar. Estuvo cono nosotros, con nuestros hijos y cuando ganó me emocioné tanto que me sentí muy orgulloso de él”.

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