El Barcelona superó una nueva prueba de cara a la lucha por el título. Los dirigidos por Ronald Koeman se impusieron por 2-1 al Villarreal en el Estadio de La Cerámica con dos tantos de Antoine Griezmann. A los 26 minutos Samuel Chukwueze abrió el marcador. 

Pero en la siguiente jugada, un gran pase de Óscar Mingueza dejó solito a Griezmann, quien la empaló y con un golazo igualó enseguida las cosas. 

Y diez minutos después de la alegría de abrir el marcador, el "Submarino Amarillo" ya estaba debajo en el resultado. El segundo tanto del francés (tranquilamente) fue gracias a un regalito de Juan Foyth: se la quiso dejar a su arquero para que la reviente, pero no vio a Antoine, quien sin pararla cruzó el zurdazo y la puso al lado del palo. 

Pero el "Submarino" siguió peleando, incluso después de quedarse con diez: Trigueros le metió tremenda patada a Messi y dejó a su equipo con uno menos.

Las imágenes del planchazo llevaron a temer lo peor, porque Leo se quedó un buen rato tirado en el pasto con las manos en la cabeza. Sin embargo, el argentino se levantó y siguió jugando hasta el final.

Éste nuevo triunfo le da esperanzas a Lionel Messi y compañía, que están obligados a ganar los seis partidos restantes si desean conquistar el campeonato local, entre ellos el duro encuentro que le espera el próximo 8 de mayo ante el Atlético de Madrid.

A la espera de la presentación del cuadro colchonero, el conjunto culé se ubica tercero con 71 puntos, al igual que el Real Madrid, pero con un partido menos. Hasta el momento, el Atleti es líder con 73 unidades.