Opinión

Argentina lo merece

domingo, 18 de diciembre de 2022 00:24
domingo, 18 de diciembre de 2022 00:24

Se llegó hasta el final del Mundial. Cumplido el primer objetivo de disputar los siete partidos en Qatar, queda un último escalón. Y más allá del deseo que todos tenemos, parece importante señalar las claves por las cuales la Selección Argentina merece quedarse con la Copa.

La primera tiene que ver con lo anímico. El grupo se repuso a la adversidad de haber recibido una derrota inesperada ante Arabia, que provocó que ya desde el segundo partido con México tuviera que jugar bajo presión y logró salir adelante.
La segunda es la regularidad de todos los que jugaron. 

La tercera clave es que la Selección tuvo un gran rendimiento defensivo. 
La cuarta tiene que ver con el mediocampo, que era la zona en la que se creía que se podía sentir la ausencia de Lo Celso. Y esto no ocurrió.

La quinta clave es para la revelación del Mundial, Julián Álvarez. Por sus goles, por su incansable entrega, por ser el primer defensor en la presión, la Araña se transformó en un jugador imprescindible con un futuro enorme en la Selección.
La sexta tiene que ver con la mano de Scaloni. El técnico mostró capacidad y carácter a lo largo de toda la competencia. No dudó en realizar cambios que dejaron a nombres importantes afuera, cuando consideró que esa decisión era la mejor. Además, supo variar de sistema cuando el rival así lo exigía. Incluso hasta dentro de un mismo partido. Y el equipo se adaptó a estas modificaciones sin inconvenientes.

La séptima es la solidaridad y la unión del grupo. No hubo egos, ni divismo. Todos entendieron que lo más importante es el equipo.

Y para el cierre, la clave más importante. Y es que tiene al mejor jugador del mundo. Lionel Messi fue el mejor jugador del Mundial. Determinante en todos los partidos. Con goles importantes, asistencias, hasta colaborando en la recuperación. Es como si se hubiese burlado del paso del tiempo. A los 35 años se lo vio en un nivel superlativo. Un auténtico líder desde el juego y desde la palabra. El equipo parece esforzarse aun más para que finalmente Messi gane la Copa, pero él desplegó su enorme talento para que este objetivo se pueda conseguir. Fueron como los Mosqueteros: todos jugaron para Messi y el genio dijo presente para todos. Por eso, pase lo que pase, Messi al fútbol no le debe nada. 
En todo caso, este deporte tan hermoso, está en deuda con él.

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