Deporte y Nostalgia
Juan Reinaldo Heredia, un “Zorro” que hizo historia en el fútbol
A los trece años debutó en primera. Jugó en todos los clubes de Catamarca, menos uno. Integró los seleccionados de la Liga capitalina durante varios años. Reforzó a equipos de la provincia y de Tucumán en numerosos regionales. No dejó puesto sin probar, pero para su gusto, dónde mejor rindió fue como “seis”, en la zaga defensiva. Juan Reinaldo Heredia, el “Zorro” por herencia familiar y algunas picardías por contar, es parte de la historia del fútbol catamarqueño, donde jugó casi veinte años en el primer nivel. Quizá no tan valorado como merecería, recibió su reconocimiento en el partido de las Viejas Glorias de la Liga Catamarqueña. Después siguió dándole a la “redonda” en la Liga de Veteranos, donde también fue figura en San Lorenzo hasta su retiro definitivo en 2.008.
Entre los grandes
Cuenta que desde niño le gustaba el fútbol y por eso se prendía en los “picaditos” del barrio, en la zona de la Alem. “En realidad, era muy “culillo. Entonces me encantaba ir a jugar con los más grandes de edad, que hacían unos partidos en una cancha que quedaba por Chacabuco hacia el Este. Como era chico, me ponían de arquero y yo le metía nomás. Me ligaba cada pelotazo, pero no me importaba. Eso creo que me ayudó a debutar tan chico en primera división. Un día fui a Sarmiento y faltaba un jugador.
Entonces ingresé para Sarmiento en el primer tiempo. En el segundo pasé para San Lorenzo y allí Tomás Soria me dijo que me iba a llevar al ‘Santo’. Él estaba a cargo de los más chicos y fue el que me fichó finalmente. O sea que mis inferiores fueron los partidos con los ‘grandes’ de mi barrio”

En todos los puestos
Allí comenzó su carrera deportiva. Pasó por todos los puestos, incluso de arquero en un encuentro de Policial por un Regional en La Rioja. Lo hizo reemplazando a Roberto Coronel y al ‘Loco’ Juárez. Pero se destacó en la defensa y si le dan a elegir, cuenta que dónde más cree que rendía era de “cuevero”. Algo inusual para su estatura, pero comenta que lo suplía con un gran estado físico. “Yo entrenaba tres horas por día. Corría hacia El Jumeal, bajaba por la avenida Ocampo, Virgen del Valle y volvía a la Liga donde daba ocho vueltas más. Así que tenía mucha fuerza en las piernas y me elevaba muy bien para cabecear. De esa manera hice muchísimos goles. Tuve la suerte de integrar grandes equipos y por lo tanto observaba los desplazamientos de las figuras y todo lo asimilaba para mi juego. A cabecear me enseñó mucho el ‘Loco’ Ríos que era arquero de Unión por esos años y de quien tengo un gran recuerdo”.

Su trayectoria
En Catamarca integró los planteles de todos los clubes, ya sea en torneos locales o como refuerzo para los Regionales, excepto uno. Ese fue Villa Cubas. Por esas cosas del destino, no integró las filas del clásico rival del “Santo” de la Alem. “Tuve la fortuna de integrar la Selección cuando vino Independiente de Avellaneda, con ‘Pepé’ Santoro de arquero. Fue en aquél famoso partido cuando el ‘Negro’ Ponce le pisó los dedos y lo quebró. En Tucumán jugué en varios clubes, como San Martín, Bella Vista y Deportivo Aguilares, entre otros. Me tocó jugar con el ‘Negro’ Roldán, ‘Lobo’ Sosa, ‘Pato’ Gauna, Oscar De Márcico y Manrique, por ejemplo. En uno de esos pasos fui compañero de Ramón ‘Chichilo’ Naranjo y conocí al ‘Turco’ Safe. Eran ligas muy fuertes por ese entonces en Tucumán, la del Sur y la del Centro”.
Despedida
Tras casi veinte años de trayectoria, se retiró del fútbol en 1.983, en un partido amistoso de Sarmiento contra un Boca de Reserva, pero con el “Loco” Gatti de arquero en la Liga. En el camino quedó su paso de prueba en Córdoba. Allí se sumó a la gira que realizó por el país la selección de Polonia y llegó hasta Santiago del Estero. Durante ese periplo compartió equipos con figuras destacadas del fútbol local como “Chirola” Dumitru, Luis Brizuela, Roberto Coronel, el “Loco” Juárez, Raúl Herrera, “Ancuero” Nieva, el “Gallego” Frías, Víctor Jalil, “Quirquincho” Echeverría, Pedro Avellaneda, Elías Pérez y tantos otros que escapan a su memoria. Tras dejar el fútbol de primera se volcó a la Liga de Veteranos.
Recuerda que integró uno de los primeros equipos que formaron la Liga. “Estaban Maderera Concepción, Barrio El Mástil y dos más. “Después se fueron sumando muchos más y allí pasé a San Lorenzo donde jugué hasta el año 2.008. Dejé por una serie de problemas familiares que me afectaron mucho”.
El fútbol de hoy
Desde su retiro en Veteranos confiesa “desde entonces no volví más a la Liga. Perdí el interés y, además, con el tiempo uno pierde contacto de quienes son los jugadores que integran cada club. Además, debo ser crítico y no veo que los jóvenes de hoy sean como los que yo tuve de compañeros. Nosotros vivíamos para jugar el fútbol, nos entrenábamos, nos sacrificábamos para poder rendir a la hora de jugar. Hoy veo que los chicos más les interesa el color del botín que otra cosa. Quieren ser titulares sin entrenar y los padres meten presión”. Por ese motivo confiesa que nunca quiso ser entrenador. “No me veo dirigiendo un equipo, creo que me llevaría mal de la manera que hoy viven el fútbol los chicos. Resulta que ahora cada clásico termina en escándalo, peleas y corridas. Eso no es disfrutar del fútbol”.
Redacción y producción: Rafael Andrés Bruno.
PICARDÍAS DE ZORRO
Entre las anécdotas que cuenta Juan Heredia figura una muy particular que tiene mucho que ver con su apodo y que también grafica que fue contemporáneo de Carlos Salvador Bilardo, recordado emblema del Estudiantes de La Plata campeón y entrenador de Argentina campeón del mundo en 1.986. Pero famoso por sus “travesuras” en las épocas de jugador. “En Tucumán tenía que enfrentar a jugadores que eran muy talentosos, rápidos y de una envergadura física espectacular.
Entonces me la rebusqué para sacar cierta ventaja cada vez que los enfrentaba. Me hacía de alfileres que se usan en las costureras y me lo ponía en el dobladillo del pantalón. Entonces que cuando venía uno de los rivales que me podía sacar ventaja, sacaba el alfiler y le daba un pequeño pinchazo.
Cuando quería reaccionar, yo ya me había escapado y empezaban a protestar. Recuerdo que me acusaban ante el árbitro y yo les mostraba las manos que no tenía nada. El “Bocha” Peralta me descubrió el secreto y me decía que era un ‘asesino’, pero en realidad el también y muchos del ambiente lo hacían. Eran los pequeños trucos que se usaban en esa época que no había televisación ni nada por estilo”.
Algo personal
Nombres y apellido: Juan Reinaldo Heredia.
Apodo: “Zorro”.
Fecha de nacimiento: 1 de febrero de 1954.
Lugar: Capital, Catamarca.
Padres: Juan Reinaldo Heredia y María Barrios.
Hermanos: José, Roque, Carlos, Fátima y Claudio.
Estado civil: viudo.
Hijos: Rosana, Gabriel, Diego y Juan José.
Nietos: Varios. Los más chicos: Gael, Misael y Mateo.
Trabajos: Jubilado (Correo Argentino-Obras Públicas)
Hincha: Independiente de la Capital y el “Rojo” de Avellaneda.
Ídolo futbolístico: Roberto “Pipo” Ferreiro.
Hobby: Encontrarse con amigos.
Comida preferida: Empanadas.