Haz lo que yo digo...

domingo, 12 de diciembre de 2010 00:00
domingo, 12 de diciembre de 2010 00:00

Fueron emocionantes, en distintas partes del mundo, los actos realizados para celebrar el Día Internacional de los Derechos Humanos.
Como se sabe, el origen de la fecha surge de la intención manifiesta de la Organización de las Naciones Unidas, cuyos países miembros se comprometieron en 1945 a trabajar por la promoción y protección de los derechos humanos, para impedir que se repitieran los horrores de la Segunda Guerra Mundial.
Esta premisa, como la carta fundacional de la ONU, es una maravillosa declaración de principios, que exalta el respeto a los derechos humanos y a la dignidad de la persona humana como “fundamento para la libertad, justicia y paz en el mundo”.
Sin embargo, cuando se compara la teoría de la ONU con sus acciones y su comportamiento real de las últimas décadas, se advierte un trecho bastante amplio, suficiente para considerar que al organismo le cabe aquel dicho popular que enseña “Haz lo que yo digo, más no lo que yo hago”.
Ocurre que en la práctica, la ONU no antepuso en sus decisiones la necesidad de defender y hacer respetar los derechos humanos sino los intereses económicos, y no respondió al clamor de los pueblos oprimidos sino a los mandatos de Estados Unidos y su política intervencionista y belicosa como todopoderoso mandamás del concierto internacional.
Es imperativo adherir entonces a las proclamas de la ONU, pero con la suficiente madurez como para desconfiar de su cómodo silencio y la conveniente pasividad que mostró frente a las masacres y extorsiones que padeció medio mundo desde el siglo pasado.

Comentarios

Otras Noticias