Una mala combinación

viernes, 13 de agosto de 2010 00:00
viernes, 13 de agosto de 2010 00:00

Para el próximo domingo se anunció la realización de una fiesta infantil frente al domicilio particular del Gobernador Eduardo Brizuela del Moral.
Según explican los organizadores, la intención es agasajar a pequeños de distintos barrios y asentamientos con una chocolatada, y al mismo tiempo reclamar por la reapertura de comedores y merenderos, que cerraron sus puertas por falta de financiamiento oficial.
Se ideó así, en coincidencia con el Mes del Niño, una singular fiesta-protesta, que no parece la mejor manera de celebrar... ni de reclamar.
En primer lugar, los reclamos que puedan surgir hacia la gestión de un funcionario público, sea el Gobernador o cualquier otro, deben plantearse en sus lugares de trabajo y no en sus hogares; porque a pedidos informales, respuestas informales.
Por otra parte, si una estructura de asistencia esencial como los comedores y merenderos padece la falta de financiamiento y apoyo, es totalmente legítimo pedir que se revise la situación; como es también legítima la iniciativa de brindar un agasajo popular a los chicos.
Se trata, en definitiva, de dos cuestiones respetables, que bien pueden acompañarse y apoyarse, pero que mezcladas resultan una mala combinación.
Porque aunque el espíritu de la convocatoria haya sido justo, surge la desagradable sensación de que se está utilizando a los chicos. Y frente a esa posibilidad cualquier otra motivación queda relegada a un segundo plano.
 

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