Editorial

Tiempo irrecuperable

viernes, 20 de agosto de 2010 00:00
viernes, 20 de agosto de 2010 00:00

Las informaciones referidas a la interrupción de las actividades escolares por problemas edilicios y de personal, son cotidianas tanto en la Capital como en el interior provincial.
Ausencia de auxiliares para mantener la higiene de establecimientos, ausencia de docentes, fallas severas en la infraestructura de las escuelas y una heterogénea gama de inconvenientes, se traducen siempre en el mismo efecto: alumnos que no reciben enseñanza.
Que esta clase de situaciones siga presente hacia fines de agosto, luego del receso invernal y cuando ya se ingresó en el tramo final del ciclo lectivo, es inquietante por varias razones, y la primera es que casi con grado de certeza asoma la sospecha de que no habrá manera de recuperar el tiempo perdido.
Sólo septiembre, octubre y noviembre quedan como meses activos en las escuelas, y el mes que viene suele caracterizarse por el bajo nivel de exigencia, a partir de las licencias que se otorgan al alumnado entre festejos estudiantiles y primaverales.
Existe en materia gremial un compromiso asumido por los docentes de completar el ciclo lectivo sin nuevas huelgas, pero fueron muchos los días perdidos en la primera mitad del año, y la suma de factores genera serias dudas sobre la calidad de la enseñanza pública en este 2010.
En ese marco, seguir desperdiciando horas de clase porque no hay quien limpie las aulas es un despropósito, porque la experiencia indica que cuando el calendario apremie se apurarán las calificaciones para cerrar el año como sea. Y el perjuicio que padecen los alumnos con ese método es equivalente a depositar la ignorancia a plazo fijo.

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