Editorial

Intolerable

lunes, 13 de septiembre de 2010 00:00
lunes, 13 de septiembre de 2010 00:00

El último fin de semana se caracterizó por los serios problemas presentados con el suministro de energía eléctrica, a partir de los prolongados apagones que afectaron a decenas de miles de usuarios.
El sábado los inconvenientes se padecieron en la zona céntrica de la Capital, y el domingo en un amplio sector que incluyó desde los barrios del sur capitalino hasta la localidad de Chumbicha, en el departamento Capayán.
En ambas oportunidades, la empresa EDECAT atribuyó las fallas a líneas de media tensión, en el primer caso la denominada línea Esquiú, y en el último a la que abastece al área industrial El Pantanillo.
Lo concreto es que esta clase de falencias, que son moneda corriente en temporada estival, se sufren ahora en invierno, lo que marca el agravamiento de un panorama que ya es intolerable para la sociedad catamarqueña.
Siempre habrá una razón para explicar la naturaleza de los cortes. Los argumentos se renuevan alternativamente y van desde culpas de la distribuidora mayorista hasta boicots de autores desconocidos, pasando por las remanidas explicaciones vinculadas con el viento, la lluvia, el consumo excesivo por el uso de estufas, acondicionadores de aire, etc.
Pero los años pasan y la colección de promesas oficiales se acumulan, junto con anuncios de soluciones a corto plazo y de inminentes mejoras que nunca se cristalizan.
La falta de inversión y el crecimiento de la demanda, hicieron de la obsoleta red de distribución de electricidad un castigo crónico, que hace tiempo mantiene saturada a toda la comunidad. Porque mientras todo esto sucede, decenas de miles de usuarios siguen pagando, y muy bien, por un servicio paupérrimo.

Comentarios

Otras Noticias