Editorial

Buscar alternativas

lunes, 27 de septiembre de 2010 00:00
lunes, 27 de septiembre de 2010 00:00

El consumo excesivo de bebidas alcohólicas es siempre un problema, pero cuando se presenta en la adolescencia y la juventud, es además consecuencia y causa de muchos otros problemas.
Existe en la comunidad una actitud singular con respecto a este flagelo, ya que ante cualquier información referida al alcoholismo juvenil, surge cierto desinterés, como si el constante tratamiento del tema durante algunos años hubiera terminado por conducir al hastío. La mayoría de los catamarqueños siente que conoce la naturaleza de la afección y también el modo en que se expresa, de manera que cree que nada nuevo le pueden decir sobre el asunto.
La falta de contención, la escasez de propuestas, la presión del círculo social y las propias inseguridades, empujan a muchos chicos al consumo, a tal extremo que casi no se concibe una salida o reunión sin bebidas alcohólicas de por medio.
Luego sobrevienen los efectos, que van desde episodios violentos o conductas descontroladas hasta accidentes de tránsito y el silencioso y continuo daño que se ocasiona a la salud.
Es cierto, si bien se mira, que hay pocos aspectos novedosos en torno al problema. Pero hay también una realidad, y es que nada se avanzó en la lucha contra el alcoholismo. El flagelo continúa castigando a nuestros jóvenes, y deben generarse alternativas para modificar esta realidad.
Porque es evidente que las vedas y prohibiciones no funcionan, ni podrían hacerlo, toda vez que la atención y los controles son medianamente estrictos una sola vez al año, y pasada la fiesta de la primavera se olvida el tema.

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