Editorial

Es un comienzo

miércoles, 29 de septiembre de 2010 00:00
miércoles, 29 de septiembre de 2010 00:00

Un grupo de expertos de la Fundación del Centro de Estudios Infectológicos (FUNCEI), elevó a las autoridades provinciales y difundió públicamente un trabajo de investigación tendiente a determinar si la explotación del yacimiento minero de Bajo La Alumbrera afectó negativamente la salud de la población.
A partir de la divulgación de los resultados, que como se sabe concluyeron en que no existen pruebas fehacientes de que se haya producido contaminación, se abrió un debate interesante, que sumó voces a favor y en contra de la posición asumida por FUNCEI.
Hubo quienes cuestionaron el hecho de que el estudio se encomendara exclusivamente a médicos, en lugar de dar lugar a un equipo interdisciplinario, y también quienes desconfían del rigor con que se llevó adelante el trabajo, a partir de la sospecha de que existía una premeditada intención de descalificar las protestas ambientalistas.
El estudio encontró también el respaldo de quienes piden pruebas científicas como sostén de los reclamos, y consideran concluyente el pronunciamiento de los profesionales de FUNCEI.
Polémicas al margen, es saludable que la discusión central comience a focalizarse en argumentos válidos, que permitan avanzar en el debate, y que los protagonistas se desprendan de posturas fundamentalistas y enfrentamientos vacíos de argumentos, con visiones inflexibles que impiden cualquier crecimiento.
El análisis serio es impostergable, y por lo tanto bienvenido como comienzo, para escuchar a unos y otros sin odios ni prejuicios.
Como crítica final, es imposible no señalar que este debate, que por fin se encauza en términos razonables, debió comenzar hace más de una década.

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