EDITORIAL

Mensaje alentador

lunes, 17 de enero de 2011 00:00
lunes, 17 de enero de 2011 00:00

La vida de las estrellas de cine suele parecerse poco y nada a las nuestras, al menos en la glamorosa proyección que de su fama realizan los medios masivos. Sin embargo, lo que les sucede a las grandes figuras suele tener desproporcionados impactos en las sociedades, y en ocasiones de sus experiencias pueden modificar rumbos. Un ejemplo excluyente ocurrió con el virus del sida, afección que trascendió públicamente recién a partir de la muerte Rock Hudson.
En la última entrega de los premios Globo de Oro, reapareció el actor Michael Douglas, un ícono del cine, hijo a su vez de Kirk Douglas, una leyenda de la pantalla grande.
El actor de Atracción Fatal, Wall Street y tantos otros éxitos, dijo con orgullo que había vencido al cáncer, lo cual puede tener un significado especial para las personas que padecen esta enfermedad.
Asociada durante años a la idea de sentencia de muerte, la enfermedad se instaló en el inconsciente colectivo como incurable, a tal punto que durante décadas los medios evitaban mencionarla, apelando a eufemismos como “dolorosa enfermedad” para decir que alguien había muerto de cáncer.
Lo cierto es que los tiempos cambiaron, la medicina avanzó, y hoy el cáncer no es irreversible. Existen terapias y medicamentos que permiten, en muchos casos, controlarlo y eliminarlo.
La clave pasa por cambiar el temor por la responsabilidad, y realizarse periódicamente los chequeos correspondientes, cuidando la salud con adecuado control médico.
En muchas ocasiones, lo que determina la probabilidad de curarse de un cáncer es el momento en que se lo detecta: cuanto más precoz es el diagnóstico, mayores son las posibilidades de superarlo.
Noticias como ésta pueden alimentar la esperanza de quienes están en plena lucha, y es bueno por ello subrayarla y recordar que un triunfo es posible.

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