EDITORIAL

Falta de educación

lunes, 21 de febrero de 2011 00:00
lunes, 21 de febrero de 2011 00:00

Con la puesta en escena de una obra teatral, por primera vez abrió sus puertas al público -después del acto oficial de reinaguración- el remodelado Cine Teatro Catamarca, cuya reconstrucción demandó millones de pesos al Estado provincial, esto es, a todos los catamarqueños.
Al margen del debate que se pueda generar sobre la oportunidad y prioridad del gasto, lo cierto es que las instalaciones quedaron en maravillosas condiciones, y la sala principal es un auténtico lujo.
Como se describió oportunamente, desde el primero al último detalle están cuidados, y todo es de primer nivel: la iluminación, los asientos, el escenario, los telones.
Catamarca tiene, en su Capital, un teatro del que cada ciudadano puede enorgullecerse, lo cual representa un logro por cuanto es un espacio tradicional que se estaba desmoronando, y hoy retoma con renovados aires su protagonismo en la historia de la cultura local.
Lo penoso es que en esta primera apertura al público, muchos comprovincianos parecieron no entender dónde estaban. A pesar de las recomendaciones y los pedidos realizados, una vez en el interior de la sala sacaban comidas y bebidas que ingresaron escondidas en sus ropas y bolsos, ponían el calzado sobre las butacas que tenían delante, y se comportaban como si estuvieran en una plaza.
Quizás haga falta un poco más de educación, para comprender que un teatro no es un sitio para ir a comer papas fritas con gaseosas, y que se trata de un espacio de todos, por lo cual entre todos debemos cuidarlo.

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