EDITORIAL

Perna y su frágil memoria

viernes, 27 de mayo de 2011 00:00
viernes, 27 de mayo de 2011 00:00

El ministro de Educación de Catamarca, Mario Perna, fue el único orador del acto central por el 25 de Mayo, oportunidad en la cual disparó sorpresivamente contra el Gobierno nacional, al aseverar sin sonrojarse que existe “un proyecto de desarrollo nacional en el que no estamos todos incluidos, en el que nuestras prácticas ponen en permanente estado de tensión la misma convivencia, la estabilidad, la gobernabilidad”.
Resultó sumamente extraño oír semejante expresión de descontento de boca del responsable de la cartera educativa, porque se trata posiblemente del área provincial que mayor y más constante apoyo recibe de la Nación.
El propio Perna, junto al gobernador Eduardo Brizuela del Moral, le agradeció personalmente al ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, por el respaldo ofrecido a la provincia. Fue cuando Sileoni visitó Catamarca, en septiembre del año pasado.
Un mes más tarde, en octubre, Catamarca fue la tercera provincia en rubricar el acta de monitoreo de la Ley de Financiamiento Educativo correspondiente a los años 2009 y 2010. Lo hizo el Gobernador, acompañado por Perna, en el propio despacho de Sileoni.
“Es destacable que el ministro Sileoni haya invitado al Gobernador al palacio educativo para rubricar este acta”, declaraba el propio Perna por entonces.
En diciembre, al realizar un balance público de su gestión, el ministro subrayó expresamente “la buena relación con Sileoni, que vino dos veces en un mismo año, eso es por gestión y por madurez política de cada una de las partes. Está el gobierno nacional interviniendo, está el gobierno provincial (…) creo que hay una sumatoria de esfuerzos”.
Ya en enero de este año, Perna fue convocado una vez más por Sileoni, oportunidad en la que Nación anunció el envío de otros siete millones de pesos para ser invertidos en la ampliación y reparación de escuelas técnicas en la provincia.
Luego de la reunión, Perna acompañó a Sileoni en actos protocolares del ministerio. En resumen, una foja de antecedentes donde el interés y el acompañamiento nacional, por no mencionar los millonarios aportes de fondos, fueron una constante reconocida por el propio Mario Perna.
Qué lo lleva ahora a sentirse tan triste, tensionado y excluido, es un misterio. Quizás la mala memoria.
 

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