Las efemérides señalan que hoy, 30 de noviembre, se recuerda el Día de la Amistad Argentino-Brasileña, instituido para conmemorar el encuentro mantenido ese día de 1985 por los entonces presidentes Raúl Alfonsín y José Sarney en Foz de Iguazú, durante el cual se firmó una declaración que dio origen al proceso de integración que llevaría a la creación del Mercosur. Casi dos décadas más tarde, en 2004, la fecha fue celebrada por primera vez por Néstor Kirchner y Luiz Inácio Lula da Silva, en lo que constituyó una decidida apuesta para fortalecer el bloque regional del cual participan los dos países como socios estratégicos.
El miércoles, Cristina Fernández y Dilma Rousseff reafirmaron esta integración imprescindible y, además de comprometerse a ahondarla, mencionaron que “ya no es un mecanismo económico, sino una defensa que debemos construir ante la crisis global”.
Al encabezar la XVII Conferencia Industrial que tuvo lugar en la localidad bonaerense de Cardales, la jefa de Estado argentino consideró que la integración “es una condición sine qua non para poder mantener los logros que en esta década hemos logrado en materia de valor agregado, de inclusión social. Un logro que no vamos a poder mantener si no aunamos esfuerzos, inteligencia, recursos, acciones, trabajos y políticas públicas y privadas concretas entre ambos países”.
En el mismo sentido, su par brasileña destacó la necesidad de sostener en el tiempo un diálogo permanente entre gobiernos y empresarios “para construir una de las más importantes alianzas en el hemisferio y en el mundo”.
“Somos países amigos, democráticos y hermanos”, dijo Dilma, y subrayó que “es estratégica la integración de las cadenas productivas para compartir procesos y productos”.
Los dos pueblos americanos celebran, de esta manera, una comunidad de intereses y objetivos que se proyectan a futuro y que se tornan vitales en un contexto global cada vez más convulsionado.