Apuntes del Secretario

lunes, 10 de diciembre de 2012 00:00
lunes, 10 de diciembre de 2012 00:00

Una nueva satisfacción en materia editorial para El Esquiú.com. Así como adelantamos, entre varias otras, las designaciones de mayor controversia para el gobierno -Luciano Rojas y Roberto Luque-; el escándalo chumbichano por la salida de funcionamiento de un generador o la relación que supo tener el ex ministro Julio Molina con el ENRE hasta días antes de sumarse al equipo de Lucía Corpaci, que determinaron su eyección del gobierno; las declaraciones exclusivas y puesta en libertad de Pablo Angelina; la renuncia de Mario Mayorga, que no fue aceptada por la gobernadora, o la designación de Mario Denett en la empresa de energía, también en la escandalosa denuncia de Oscar Castillo contra el ministro de Gobierno, Francisco Gordillo, nos anotamos el análisis exitoso de la noticia.

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Desde un primer momento, como no lo valoró ningún otro medio, apuntamos que la denuncia por narcotráfico del senador nacional -si no se demostraba lo contrario- “era un bluff”. Y así nomás fue. Su declaración por escrito a la Justicia Federal, en la que apunta “Nunca he tenido la intención de lesionar su honor (el de Gordillo) ni circunstancias personales suyas que desconozco”, confirma nuestra presunción a la que, honestamente, no fue difícil llegar. Los antecedentes de Castillo, en este sentido, lo sindican como un fabulador serial. El Esquiú.com, antes que los mismos políticos oficialistas, fue el primero en detallar la historia con el exembajador argentino en Holanda, Julián William Kent, al que también relacionó con la droga y, cuando llegó la hora de ratificar sus dichos ante la Justicia, “arrugó” como las chunchulas cuando son expuestas al fuego. Mucho antes, en 1991, también se refirió a las pistas clandestinas que, por cientos, utilizaba el narcotráfico internacional sobre territorio provincial. Veintiún años después, ni dibujada, se conoce una de ellas. En este caso, hay que destacarlo, Castillo no tuvo que hacer ninguna aclaración en la Justicia, pero nos imaginamos -por sus propios antecedentes- lo que habría declarado. La de estos días es una virtual retractación, pero el daño que le ha provocado a Gordillo, aunque hable “de honores y circunstancias personales” ya está consumado y nadie le va a sacar al ministro las dudas que se plantearon con tanta irresponsabilidad. Ah…no descartamos que Castillo nos quiera hacer ahora un juicio a nosotros para el que, por supuesto, estamos preparados.
Las declaraciones del secretario general del Partido Justicialista, el diputado nacional Manuel Isauro Molina, prácticamente alejan -al menos en este tiempo- las posibilidades de interna dentro del sector. Dijo que el tema será analizado en su debido momento por el Congreso o el Consejo Provincial, lo que es lo mismo que “patear la pelota para delante…pero bien para adelante”. ¿Cuándo se va reunir el Congreso? ¿En medio de las fiestas de fin de año o en la caldera estival del mes de enero? En realidad la respuesta de “Taro” Molina estuvo dirigida al dirigente gastronómico José Luis Barrionuevo, quien en una de sus esporádicas escapadas a Catamarca, pidió elecciones dentro del PJ. Por ello aclaró que Barrionuevo participó en las últimas elecciones (en marzo de 2011, cuando Lucía le ganó a Brizuela del Moral) representando a otra fuerza y, por lo tanto, debería hacer el pedido en otro domicilio que no es precisamente el peronista.

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Las incursiones por afuera del peronismo del sector barrionuevista no son novedosas. Desde finales de la década del 90 tiene antecedentes de campañas paralelas al PJ. ¿Se acuerdan de Independencia Federal? Claro que en 2011 fue peor aún: no solamente apareció como candidata la hermana de Barrionuevo, sino que en los discursos de cierre no cargaron contra el Frente Cívico, sino contra el propio Frente para la Victoria. ¿Quién no recuerda la frase “no le vamos a entregar el gobierno al ‘Bombón’ Mercado” que retumbó en la clausura de campaña del Club Sportivo Villa Cubas en la noche del 9 de marzo de 2011? Lo peor de todo, añadieron otros dirigentes a las declaraciones de Molina, es que si algún día hay internas y Barrionuevo pierde, lo mismo irá por afuera. “Como Saadi, no es hombre de acompañar a los ganadores si es que no tiene un interés propio”, indicaron.

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De igual manera, lo de Barrionuevo no tiene vueltas con el peronismo de Catamarca si es que no se producen cambios a nivel país. Su discurso es unívoco: totalmente antikirchnerista y, que sepamos, aquí no hay una sola voz parecida a la suya. De hecho, las dos veces que vino a Catamarca en los últimos meses no lo acompañó ni un funcionario de cuarta categoría. El único que se animó a aparecer en público fue el diputado Daniel Rivera, quien jamás ha renegado de su proximidad con Barrionuevo y su hermana Liliana. También su actividad sindical lo coloca en la vereda opuesta a los Kirchner. Ahora, junto a Hugo Moyano y Micheli, se apresta a ser figura principalísima de la movilización antigobierno que se llevará a cabo el 19 de diciembre en Plaza de Mayo.

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Mientras las coordenadas nacionales se mezclan de a continuo en la política catamarqueña, el acuerdo alcanzado para las elecciones de 2011 se mantiene sin fisuras. El domingo a la noche, en oportunidad del homenaje a la democracia, los derechos humanos y el primer año del gobierno de Lucía Corpacci, ésta llegó al escenario de El Jumeal acompañada por el vicegobernador Dalmacio Mera y el intendente capitalino, Raúl Jalil. Estaban las tres figuras que fueron la base de la campaña llevada a cabo hace casi dos años atrás. Y hablando del acto, digamos que fue un éxito total. Como en otros lugares del país y la misma Plaza de Mayo, una multitud acompañó a la gobernadora, lo cual mejoró algunos ánimos caídos de los últimos tiempos.

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En cuanto a la fecha de las elecciones provinciales se mantiene un cerrado hermetismo. Mientras algunos consideran que se realizarán en marzo, otros apuestan a octubre pero, como lo dijimos en una entrega anterior, el tema será resuelto por la gobernadora junto a Cristina Fernández de Kirchner. De una reunión reciente, desarrollada en la residencia de Villa Parque Chacabuco, surgió la versión que se había resuelto convocar a elecciones para el domingo 3 de marzo, aunque nadie pudo confirmar semejante noticia. Esa hipótesis llevaría a Lucía Corpacci a firmar el decreto de convocatoria en los próximos veinte días.
RECUERDOS HACIA EL PRESENTE. Un día como hoy, pero hace 25 años atrás, asumía como gobernador de Catamarca el doctor Vicente Leónides Saadi y era su hijo Ramón quien le entregaba el mando. También juró aquel 11 de diciembre de 1987 el vicegobernador Oscar Ramón Garbe. Tuvieron que pasar nada menos que 38 años para que el mítico caudillo nacido en Belén volviera a ser gobernador. La primera vez ocurrió en 1949 cuando era presidente de todos los argentinos el general Juan Domingo Perón, quien intervino la provincia un año después. El destino iba determinar un hecho político irrepetible: Vicente Saadi gobernó menos de un año en su primer mandato y, por su fallecimiento, apenas seis meses en el segundo. Aquella fecha histórica asumieron algunos de los colaboradores del flamante gobernador: Gustavo Martínez Azar (ministro de Gobierno); Guillermo Luciano Oviedo (ministro de Economía. Venía de ser director de YMAD); Sebastián Corpacci (ministro de Bienestar Social, en el que cumplía funciones durante la gobernación de Ramón); Isauro Molina (ministro de Educación y Cultura); Julio Dentone (Secretario General); Luis Sánchez Recalde (Fiscal de Estado) e Ingeniero Adolfo Iriarte (Secretario de Ciencia y Técnica)

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En los días previos a la asunción de Vicente, el presidente, Luis Varela Dalla Lasta y el secretario de Organización, Pablo Sánchez, en nombre de la directiva del Partido Intransigente le expresan a Ramón Saadi la satisfacción que sienten porque, después de 60 años, un gobernador lograba completar el mandato. Casi en la misma fecha asume el nueve jefe del RI 17, teniente coronel Raúl Pablo Barilleau. Asisten al acto Vicente Saadi y José Guido Jalil, éste último intendente electo.

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En el concierto mundial, la gran noticia hacia fines de 1987 era el acuerdo alcanzado por el presidente norteamericano Ronald Reagan y el primer ministro soviético Mijail Gorvachov para eliminar armamentos nucleares en suelo europeo. Fue el puntapié inicial para el nacimiento de la Perestroiaka, el movimiento que posibilitó la caída del Muro de Berlín.
 

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