Apuntes del Secretario

sábado, 15 de diciembre de 2012 00:00
sábado, 15 de diciembre de 2012 00:00

La proximidad del electoral 2013 ha producido hechos resonantes en materia política. Uno de ellos es la posibilidad concreta de que la elección provincial para renovar senadores, diputados y concejales se realice en menos de 90 días, el 3 ó 10 de marzo. Otro es la sesión de ayer de la Convención Radical, en la que se abordaron temas directamente relacionados con el proceso electoral. Antes estuvo la narcodenuncia del senador Castillo contra funcionarios -el ministro de Gobierno y el Jefe de Policía- y, en los últimos días, se produjeron novedades económicas con perfume electoral. Sucedieron, asimismo, hechos sociales que no hay forma de desvincularlos de la política, como el registrado en Tigre (provincia de Buenos Aires) donde el dirigente gastronómico José Luis Barrionuevo logró la foto que no había conseguido en sus recientes visitas a la provincia, la primera el 17 de octubre -día de la lealtad- y la segunda el 17 de noviembre -día de la militancia-. Con amplia sonrisa posó junto a los intendentes Raúl Jalil (Capital), Hugo Ávila (Tinogasta) y Jorge Herrera (Las Juntas-Ambato), además del diputado provincial Jorge Moreno.

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Las fotos, a lo largo de la historia, tuvieron un alto valor simbólico y, en muchos casos, trascendieron el simbolismo. Tanto como para reflotar aquella vieja expresión “una imagen vale más que mil palabras”. En el caso que nos toca comentar, el impacto de las fotos suplió cualquier explicación y, si llegó a existir alguna, pasó y pasará totalmente desapercibida. Para el inconsciente de la política las imágenes quedan grabadas a fuego, pero lo mismo vale el análisis.

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Cuando en Catamarca se registraban el martes pasado entre 45 y 47 grados centígrados, marcas récord de calor, al intendente capitalino Raúl Jalil, al diputado Jorge Moreno y al intendente de Las Juntas, Jorge Herrera, se les dio por ir a Buenos Aires “de ponchos de vicuña”. Y así fue como “de casualidad”, en la cena previa al partido que los astros del tenis mundial, el suizo Roger Federer y el argentino Juan Martín del Potro, sostuvieran en Tigre, el intendente de la Capital “le calzó su prenda, personalmente, a Federer; el diputado Moreno le dio la suya a del Potro y el ‘junteño’ Herrera hizo lo mismo con Sergio Massa (intendente de Tigre)”, según describieron otros medios (La Unión y El Ancasti). También estaba “El Grillo”, Hugo Ávila, intendente de Tinogasta, aunque como no llevó poncho para regalar, lo premiaron con un viaje a Cancún sorteado en la fastuosa fiesta de recepción a los destacados tenistas.

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De pura “casualidad” nomás, coincidieron en el mismo Tigre y se sentaron en la misma mesa con el máximo dirigente gastronómico, Luis Barrionuevo, uno de los catamarqueños más famosos a nivel nacional, además de notorio adversario y consuetudinario descalificador del “kirchnerismo”, desde cuando sus partidarios la emprendían a huevazos contra la ahora presidenta, Cristina Fernández. Recuérdese también cuando Barrionuevo llegó a Catamarca, en las vísperas de las elecciones del 13 de marzo de 2011, para apoyar a su hermana y candidata a gobernadora por “Primero Catamarca”, Liliana, y, fundamentalmente, a motorizar el voto “antikirchnerista”. Por eso, y por varias cositas más, no es cierto que nunca haya ido “por afuera del peronismo”, como pregona ahora con las complicidades de la prensa.

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Polémico como siempre, en aquellos días Luis vaticinaba “la derrota del Frente para la Victoria”, asegurando que “en Catamarca ya perdió Cristina. Cristina va a perder primero con Lucía en Catamarca, luego en Chubut y después en Salta” (para algún descuidado, aclaramos que no acertó una). En su tarea preelectoral contra el FPV y el Justicialismo local, Barrionuevo dio a conocer “el sondeo de la consultora Julio Aurelio”, encargado por él mismo, que ubicaba “como claro ganador al oficialismo provincial” (esto era Eduardo Brizuela del Moral-Ricardo Guzmán, del Frente Cívico). Y según propalaba el propio Luis, dos días antes de las elecciones, “la encuesta se realizó entre los días 5 y 7 de marzo, en toda la provincia”, describiendo que “los resultados dan como ganador al Frente Cívico y Social por alrededor de 7 puntos, en la categoría gobernador y vice”. Y daba porcentajes. “Según las mediciones de Aurelio, en la proyección, el binomio Brizuela del Moral-Ricardo Guzmán (FCyS) obtiene el 47,13 % de los sufragios, mientras que la fórmula kirchnerista Lucía Corpacci-Dalmacio Mera alcanza el 39,97%”, puntualizaba el sindicalista.

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La vieja relación “el pez por la boca muere” vale mucho para Barrionuevo, pero también para algunos de sus contertulios de la noche de Tigre. Siguiendo con sus textuales de 2011, a días de la elección que consagró a Lucía Corpacci supo indicar que el proceso interno que se dio el Partido Justicialista de Catamarca, hasta confluir en la alianza con el FPV, “fue un acuerdo personal de Jorge Moreno para seguir siendo diputado provincial”. En las fotos con Federer, Del Potro… y Barrionuevo, distribuidas a medios locales por los propios viajeros (no es que hayan sido descubiertos por un audaz y sagaz ‘paparazzi’), “casualmente” Moreno aparece entre los más entusiasmados con el “reencuentro peronista”, como definió el “neokirchnerista” diario La Unión, titulando que la “delegación catamarqueña copó la cena del tenista suizo Roger Federer en Argentina” y dejando en un irreverente segundo plano la visita del Nro. 2 del ranking mundial de la ATP. Exageraron un poquito los muchachos “unioneros”, siempre prestos a prenderse de cualquier joda, sea esta grande o chica. Ahora negociaron la tapa con “Luisito” (no vayan a creer que la jugada que hicieron fue espontánea). Está todo bien, aunque el periodismo se retuerza.

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No hay vuelta que darle. El Barrionuevo que en marzo de 2011 decía “el verdadero peronismo acompañará el domingo a Liliana”, porque “Catamarca no cambia con Corpacci…”, sigue pensando lo mismo pese al triunfo de Lucía en aquellas elecciones y su titánico esfuerzo de este tiempo por revertir los veinte años de atraso y notorias corruptelas del Frente Cívico y Social. Lo que habría que saber es cuál es el verdadero pensamiento de estos intendentes y legisladores del actual oficialismo catamarqueño del FPV-PJ, que tanto disfrutaron compartiendo “cordial y efusivamente” la mesa con Barrionuevo, por aquello del proverbio chino que sentencia que “una imagen vale más que mil palabras”.

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De la comitiva catamarqueña, por supuesto, quien más peso político tiene es Raúl Jalil. Primero porque gobierna el principal distrito, segundo porque viene cumpliendo una gestión más que aceptable y tercero porque, desde la misma asunción, acompañó fielmente a la gobernadora. Es más. Antes del anuncio de la fiesta por los 29 años de democracia en el dique El Jumeal, ante una pregunta de un reportero de Radio Valle Viejo, fue el único que se animó a destacar los logros del gobierno y a considerar, concretamente, el pesadísimo y corrupto legado del Frente Cívico. Su acercamiento a Barrionuevo, a esta altura de su carrera política, se entiende poco, aunque hay que aceptar que el principal interesado en la foto no era él, sino el propio Barrionuevo (de hecho negoció su publicación con los “amigos” de calle San Martín), a quien supo acompañar en la campaña de 2003.

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RECUERDOS HACIA EL PRESENTE. Finalizamos los “Apuntes….” de hoy con hechos de la política ocurridos en la década del ‘80. En esta época, pero de 1987, más de 200 empleados telefónicos agreden de hecho y palabra al periodista Bernardo Neustad, un referente fundamental de la prensa de aquellos tiempos, por no permitirles salir al aire. El periodista, que ya intuía la caida del alfonsinismo y comenzaba a coquetear con Carlos Menem, fue un defensor acérrimo de las privatizaciones y, dentro de ellas, del servicio telefónico. ENTEL, de hecho, fue una de las “joyas” argentinas que fueron transferidas a manos extranjeras en el arranque del menemismo.

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Yamil Fadel (intendente), Horacio Pernasetti (secretario de Gobierno), Moisés Yadón (secretario de Hacienda), René Adén (secretario de Obras Públicas) y Fernando Adet Galíndez (secretario de Salud), que acababan de dejar el municipio capitalino en manos del peronismo, remiten declaración personal de bienes al Tribunal de Cuentas. ¡Qué distinto de la actualidad! A gobernadores, también radicales, como Oscar Castillo y Brizuela del Moral, ni se les ocurrió andar perdiendo tiempo en minucias.

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El 12 de diciembre de 1987 fue un día de fiesta para la Iglesia de Catamarca. Es que celebraba la ordenación diaconal de José Renato Rasgido y las ordenaciones presbiterales de Oscar Tapia y Carlos Figueroa. La ceremonia, seguida por una multitud de fieles, se realizó en la Catedral Basílica y fue presidida por el Obispo, monseñor Alfonso Torres Farías.
 

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