Por la pluralidad

domingo, 16 de diciembre de 2012 00:00
domingo, 16 de diciembre de 2012 00:00

Está muy bien que la dirigencia de la Unión Cívica Radical se disponga a emitir un documento en el que analizará el año de gestión del Gobierno provincial, para cuya escritura cada línea designará un referente.
La democracia necesita que los partidos políticos aporten sus críticas, tanto favorables como desfavorables, a la tarea de los mandatarios y que éstos las reciban, hagan su propio análisis y decidan cómo seguir actuando en base al mandato recibido en las urnas.
Pero lo que resulta inevitable señalar también, es que los dirigentes partidarios no tienen que analizar solamente el accionar de otros, sino el suyo propio. Y esto en el radicalismo no se dio. Perdieron las elecciones de marzo, agosto y octubre de 2011, cruzaron acusaciones entre dirigentes de distintos sectores, pero no redactaron ningún documento en el que muestren una autocrítica verdadera, profunda, superadora.
Y al momento de imputarles errores a los actuales gobernantes, ni siquiera se ruborizan. Hablan como si ellos hubieran llevado adelante la gestión provincial durante veinte años, actuando con transparencia, eficiencia y sembrando progreso, y no tuvieran nada de qué arrepentirse.
Durante los gobiernos del Frente Cívico y Social, particularmente de Brizuela del Moral, las puertas del gobierno permanecieron cerradas a todo partido político opositor. También dieron la espalda a entidades intermedias dirigidas por personas sin afinidad con el gobierno. Trataron de cooptar toda organización -profesionales, deportivas, culturales u otras- y si no lo conseguían, las persianas se les bajaban inexorablemente. Y a sus aliados los recibieron de vez en cuando, pero como a convidados de piedra.
Esa cerrazón sigue hoy puertas adentro del Radicalismo. Los dirigentes que antes se sentían dueños de la provincia y hoy sólo se quedaron con el partido, no lo quieren abrir ni compartir.
Así es muy difícil que en 2013 logren unir fuerzas propias y con extraños. Con estas actitudes, amenazan la pluralidad de la que tanto necesita la Democracia.
 

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