Mensaje de Graduados

martes, 25 de diciembre de 2012 00:00
martes, 25 de diciembre de 2012 00:00

La idealización de la mujer delgada está promovida por la industria de la belleza que mueve miles de millones de pesos. Pero este objetivo no sólo abarca a las mujeres, ya que es progresivo el número de varones que tienen una excesiva preocupación por su apariencia física. Hay un importante segmento de la sociedad que dedica muchas horas semanales al gimnasio, realiza estrictas dietas y gasta fortunas en operaciones de alto riesgo para reunir las formas consideradas perfectas por los dictadores de la moda.
La lucha por la delgadez ha sido implantada con tal fuerza en la sociedad actual, que miles de adolescentes sufren trastornos alimenticios como la bulimia y la anorexia. Ambas enfermedades surgen de una visión distorsionada y negativa del propio cuerpo condicionada por los parámetros estéticos impuestos por el mercado.
La novela Graduados que hace unos días tuvo su final feliz por Telefé, emitió un mensaje que por sí solo no podrá considerárselo de contracultura, pero posiblemente apunte en esa dirección. A lo largo de la emisión de la comedia sus seguidores pudieron observar que los protagonistas comían con gusto y sin culpa en encuentros familiares o de amigos. Y una de las protagonistas que en la escuela secundaria fue víctima del bullying por su obesidad, que después adelgazó a fuerza de rencor y al finalizar la serie, gracias al amor, se curó de aquel dolor, recuperó kilos y no por ello dejó de ser feliz. Al contrario, se mantuvo con la personalidad segura que había adquirido con su delgadez y su pareja -el mayor acosador de la secundaria- al descubrir que su amada era aquella gorda acosada, cambia sus parámetros estéticos pues había sido un maniático de las buenas formas físicas.
Es cierto que la obesidad es una enfermedad y debe ser controlada, pero el mensaje –no el único- de la comedia sirve para contrarrestar la insana obsesión por la delgadez.
 

Comentarios

Otras Noticias