La cifra impacta por su magnitud. Más de mil cien millones de pesos volcados a la obra pública, servirán no sólo para dinamizar toda la actividad de la construcción local, con el consiguiente impacto económico y de generación de empleo, sino también para que los catamarqueños gocen de infraestructura social, productiva, deportiva, sanitaria, educativa y de seguridad largamente demorada.
El monto es el que está especificado en el Presupuesto 2013 -el primero elaborado íntegramente por la gestión de Lucía Corpacci- para distintos trabajos que se ejecutarán en la Capital y el interior provincial.
En el largo detalle que acompaña el cálculo de gastos para el próximo año figuran obras que lanzó el último gobierno radical y que no pudo terminar. Tal es el caso del acueducto Pirquitas-Capital, con el que se pretende aliviar la crisis de abastecimiento que sufre SFVC, para el cual se destinarán alrededor de 7,7 millones de pesos. También están previstos casi seis millones para dejar en óptimas condiciones el nuevo edificio de la OSEP, de manera de superar las históricas falencias en la atención al público.
La inversión en seguridad será prioritaria y se construirá una nueva central policial ($6.000.000), una sede de la Policía Montada ($1.094.667), una escuela de Cadetes (4.750.000 pesos) y un cuartel de Bomberos (1.800.000 pesos).
En cuanto a las tareas para fortalecer la producción, se gastarán alrededor de diez millones de pesos para reparar y mantener los diques ubicados en los distintos departamentos, y una cifra similar para la limpieza y encauce de varios cursos hídricos.
Dentro de ese presupuesto, los servicios públicos, especialmente luz y gas natural, tendrán importancia capital.
Como dicen: “Obras son amores” y la gobernadora Corpacci parece dispuesta a dejar su impronta, aunque según afirmó en distintos actos oficiales, busca que lo que se construya esté lejos de los caprichos fastuosos y cerca de las reales necesidades de la gente.