La época estival, y en particular el mes de enero, es para la gran mayoría de los trabajadores el tiempo de descanso, para tomar vacaciones y en los casos en los que la economía lo permite, viajar y conocer los centros turísticos. Para muchos, ésta también es la oportunidad de tener algún tiempo extra y dedicarlo para realizar aquellos trámites que suelen ser engorrosos y que durante el año no pueden concretarse debido al tiempo que requieren y a que, en general, los horarios para realizarlos son coincidentes con los horarios laborales, tanto de la administración pública como del comercio. Renovar documentos, chequeos médicos, y otras diligencias que no tienen urgencia suelen ser dejadas como cuentas pendientes para la agenda veraniega.
Sin embargo, en no pocas oficinas, donde también hay empleados que lógicamente se toman vacaciones, suelen restringir los horarios de atención lo cual con la merma de la actividad es entendible. Pero hay casos como en los que directamente cierran las puertas o restringen al mínimo la posibilidad de realizar distintas gestiones.
Así ocurre actualmente en el Centro de Documentación Rápida, donde durante todo el mes de enero no se puede realizar ninguna otra gestión más que el retiro de DNI. Si bien hubo información sobre la restricción horaria, hubo muchas personas que se vieron imposibilitadas de realizar trámites aprovechando sus vacaciones y deberán hacerlo cuando se reactive la actividad normal, a partir del mes de febrero. Para muchos, ello significa la pérdida de horas y horas haciendo colas -y muchas veces durante más de un día-, con el consecuente pedido de permiso para ausentarse de sus puestos de trabajo.
Las autoridades responsables deberían tomar en cuenta estas situaciones y acomodar la licencia del personal sin afectar la prestación de los servicios.