Así como lamentamos que este comienzo de año ya lleve contabilizadas nueve víctimas por accidentes de tránsito en Catamarca, también debemos resaltar que no hubo contratiempos en el paso del Dakar por nuestro territorio -como tampoco en las demás etapas recorridas fuera de la provincia y del país- ya que el público respetó las consignas de seguridad manteniéndose alejado del peligro.
También es un deber decir que le cabe a la Policía de la Provincia un gran mérito en este resultado satisfactorio, ya que en las distintas etapas de la competencia desplegó 500 efectivos que custodiaron y brindaron la seguridad que este evento requería, tanto a pilotos como a los 100.000 espectadores que lo presenciaron en distintas partes de nuestro territorio.
En su breve informe, la Policía destacó que los asistentes al espectáculo se ubicaron en los distintos bolsones del trazado destinados para ello, en especial en la zona de largada de la competencia, sin vulnerar las normas prefijadas. Entonces, todo confirma que el respeto por las reglas es básico para no tener que lamentar heridos y muertos.
En el tema de prevención de accidentes, es posible que estemos frente a un esquema de cautela de máxima y no de mínima. Ante hechos de gran envergadura como un Rally Internacional, tanto las fuerzas de seguridad como la población tienen conciencia de los riesgos y toman los debidos recaudos, pero en lo rutinario relajan la atención, lo que provoca lamentables consecuencias.
Entonces se necesita con urgencia una campaña de concientización vial para que no sigamos llamando accidentes a lo que no lo son. Porque éstos son imprevisibles, pero si no se cumplen las normas básicas, es previsible que sucedan hechos como los que después lamentamos.
El Dakar nos proporcionó la certeza de que se pueden evitar desgracias con prevención y acatamiento a las reglas.
Por lo demás, la genuina satisfacción que tenemos frente al paso de este quinto Rally por Catamarca es legítima, aún cuando haya algunos aspectos por revisar.