Editorial
Para imitar
Partiendo desde Fiambalá hacia el norte, por la ruta provincial Nº 34 después de cruzar aproximadamente 52 kilómetros, se encuentra Palo Blanco a una altitud de 2000 metros sobre el nivel del mar, en una cuesta semidesértica en la que abundan médanos. Desde esta localidad se abre el camino como una “V” que se cierra casi como un rombo conformando la zona conocida como La Herradura integrada por el mismo Palo Blanco, Antinaco, La Ciénaga, Punta del Agua, Chuquisaca, Mesada de Zárate, Aguas Negras y Las Papas. Cada localidad está configurada por pequeños caseríos con personas que viven en el aislamiento, con carencias de todo tipo, casi olvidados.
Por eso, la llegada de “El Tour de la Alegría” es algo para destacar. No es un hecho aislado sino una acción que comenzó hace cinco años con el primer paso del Dakar por Catamarca y se convirtió ya en una actividad continuada. Beto Paramidani, su hijo Darío y sus amigos Jorge Vepa y Oscar Azcurra, con la colaboración de Claudio Laflor y el apoyo de familiares y amigos, traen donaciones para habitantes de Punta del Agua. Son de la provincia de Buenos Aires, les gusta el rugir de motores y gracias al Rally Internacional cultivaron la amistad con pobladores de esa localidad. Ahora les trajeron remedios para distintas afecciones comunes del lugar, útiles y libros escolares, entre otros donativos. Asimismo, cada año traen regalos para todos los niños y vecinos del barrio 30 viviendas, ayudaron para la construcción de una gruta de la Virgen de Lourdes y regresan varias veces al año, cuando pueden, para hacer actividades recreativas con los vecinos de esta localidad.
La directora de la Escuela de Punta del Agua les había hablado de la vivencia de hacer docencia en ese lugar inhóspito de esta zona cordillerana. Otras personas también les contaron sobre ese pueblito. Estos relatos los motivaron para asumir un compromiso solidario que continúa con perseverancia.
Al poner de relieve esta acción, anhelamos que muchos otros los imiten.