Una de las áreas en la que este año el gobierno arriesga mucho es Educación. Lo actuado en 2012, por problemas salariales y otras controversias gremiales, no fue lo esperado y es deuda pendiente que pasó para el ciclo lectivo que seguramente se pondrá en marcha en febrero. Mientras se mueve la paritaria nacional por la cuestión de los sueldos y en la provincia los gremialistas y el Ministerio de Educación afilan los lápices, la gobernadora cumplió el lunes una de sus promesas para el sector: dotar de vehículos a las escuelas rurales para atacar una de las causas de la deserción escolar y para que los jóvenes del interior puedan cubrir las largas distancias que, en muchos casos, existen entre sus hogares y el aula. El dinero para la adquisición de los vehículos fue aportado por CAPRESCa en la continuidad de su plan de hacer acción social con los fondos del juego.

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Con este aporte, además, el gobierno provincial se pone en línea con el nacional, que destina nada menos que el 6.5% del PBI a los gastos educativos. De aquí es donde sale el tema de la Ley de Financiamiento 26.075 que establece, dentro de la distribución general de los recursos, el acuerdo Nación-Provincia. Los fondos, como lo explicó días pasados el intendente Valdez, los maneja la provincia, pero los municipios que administran escuelas quieren que sean transferidos a sus arcas para darles el destino que estimen correcto.

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Son varios los municipios que se aprestan a realizar el pedimento, tanto aquí como en el resto del país. En Catamarca, aparte de Fray Mamerto Esquiú, se anotarían Valle Viejo y la Capital, destinataria de los porcentajes más importantes por el número de escuelas y la matrícula que les toca atender. En el caso de la Capital, si tomamos como referencia los envíos de diciembre de 2012, surge un monto anual que supera los 25 millones de pesos. Obviamente, se trata de una cifra muy importante para reforzar los planes educativos que se llevan a cabo.