La provincia de Catamarca con el apoyo de sus vecinas de las regiones NOA y Centro, deberá darse una estrategia para fortalecer el histórico corredor bioceánico del paso de San Francisco.
Sabemos que las nevadas y derrumbes afectan más y por mayor tiempo al paso Cristo Redentor de Mendoza que al que une Catamarca con Copiapó. En cada invierno las noticias indican que camiones con mercaderías hacen kilómetros de filas de un lado y del otro de aquel paso, esperando que la ruta quede despejada, lo que los demora varios días. Este hecho ya podría inclinar la balanza a favor de nuestro corredor en la elección de transportistas que necesitan la salida al Pacífico, mirando el Sudeste Asiático, o que desde esos puntos deben comercializar productos en el Mercosur.
La urgencia de la estrategia que debe liderar Catamarca se da en relación con la próxima construcción del Túnel de Agua Negra, el proyecto que consta de dos vías en el paso fronterizo ubicado a la altura de la provincia de San Juan y la chilena IV Región de Coquimbo, en la cordillera de los Andes.
En 2009 San Juan anunció que será el principal corredor bioceánico durante la cumbre de presidentes del UNASUR en Bariloche, cuando consiguió un impulso político, al firmar Cristina Fernández, Michelle Bachelet y Luiz Inácio Lula da Silva un memorándum de entendimiento para consolidar la construcción de ese paso.
Si bien la cada vez mayor actividad comercial y turística entre países del Pacífico Austral y el Mercosur hace posible una constante utilización de todos los pasos argentino-chilenos, es necesario decir que nuestro corredor aún no posee la gran demanda que podría tener.
El Dakar lo ha posicionado notablemente en los últimos años, pero aún así para que transportistas y agencias de turismo lo utilicen más, deberá implementarse una acción más intensiva, con el respaldo del gobierno nacional.