En una columna que publicábamos bajo el título Km 20/10 del 2 de noviembre de 2010, decíamos que empleados de la Maternidad “25 de Mayo” -cuyo edificio había sido inaugurado pocos días antes- lamentaban que el gobierno del Frente Cívico y Social haya realizado nombramientos de personas cuya preparación no respondía a las necesidades específicas de la salud y que más se parecerían a compromisos políticos o al objetivo de privilegiar a los amigos.
El edificio de la Maternidad es muy moderno y cuenta con equipamiento tecnológico de primera, pero presenta fallas en la planta de personal: sobreabundan profesionales que no se necesitan y faltan los indispensables. También carece de aparatos elementales.
Actualmente en este centro asistencial trabajan unos 60 profesionales, 10 de ellos odontólogos. Estos diez cargos resultan inexplicables pues los recién nacidos no tienen dientes y las parturientas recurrirán a los odontólogos en otros momentos, no precisamente cuando estén por dar a luz. Eventualmente podrán requerirse este tipo de servicios. Mientras tanto, hay una alarmante falta de anestesiólogos, a tal punto que deben derivarse los partos urgentes, operaciones o cesáreas, primerizas o mujeres con otras patologías, a sanatorios privados. Pasada la urgencia, las llevan de regreso a la Maternidad en un estresante recorrido.
Tema aparte son las seis denuncias por mala praxis que pesan sobre profesionales de este centro asistencial.
El anterior gobierno inauguró la Maternidad en el marco de las celebraciones del Día de la Madre de 2010, y muy poco tiempo después quedó en evidencia que lo hizo a las apuradas por cuestiones electorales, ya que la infraestructura no cuenta con las condiciones obstétricas y neonatales esenciales, como por ejemplo, las guardias se realizan en un ámbito laboral nada adecuado tanto para pacientes como para los propios profesionales.
Como se trata de la salud y la vida de madres y neonatos, las soluciones deben llegar sin más dilación.