La diputada Mariana Veaute ha manifestado su intención de buscar la reelección en los comicios nacionales del 27 de octubre. Su caso puede llegar a ser motivo de polémica. Como se sabe, por designio excluyente del exgobernador Brizuela del Moral, fue elegida en el año 2009 en representación del Frente Cívico, del que finalmente emigró tras algunas disputas -tomaron estado público- con dirigentes radicales que le criticaron pretender cobrar honorarios por trabajos profesionales a favor de la UCR. Lo que en un principio parecía un simple entredicho derivó en ruptura y Mariana terminó acompañando al kirchnerismo en la Cámara de Diputados de la Nación. Llegando al fin del mandato, con la agrupación política PENSAR que creó recientemente, intentaría permanecer en el Congreso hasta 2017. Difícil, pero no imposible.

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La jugada de la diputada Veaute no sería otra que incluir a PENSAR dentro del Frente para la Victoria y, tal vez, disputar las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) del mes de agosto para llegar a octubre como candidata. Para la intentona tendría apoyos nacionales, que siempre valen, pero dentro de la provincia no sería precisamente bien mirada por el peronismo. Su caso es bien parecido al de la diputada provincial Cecilia Porta de Salas, quien también fue electa por la alianza radical pero “cruzó las aguas del Jordan” después de la victoria kirchnerista de 2011. Si alguien piensa que Cecilia, a finales del presente año se va a ir a su casa, creemos que se equivoca.

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Otros dos tránsfugas de la política -en el sentido lato de cambiarse de Partido- son Raúl Guzmán y Jorge Bonaterra, peronistas elegidos por Brizuela del Moral, que pasaron del FCS al FPV. Desconocemos sus pretensiones futuras, especialmente en el caso de Bonaterra, que tiene mandato hasta 2015. Lo de Guzmán es más inmediato, aunque por tratarse de un artista, es muy probable que pueda terminar ocupando algún puesto público en lugar de buscar una problemática reelección.