Tras numerosas idas y vueltas, y tal cual se preveía, no hubo sesión de diputados en la jornada del viernes. Fue la cuarta semana sin actividad y se descuenta que habrá una quinta, en forma consecutiva, ya que las probabilidades de que se delibere el viernes 18 son escasas. Es que el tiempo electoral provoca estas cosas, aunque las motivaciones, de cara a la sociedad, son más que lamentables. Ni el oficialismo ni la oposición se animan al debate de los temas de agenda por miedo a terminar acusándose, mutuamente, por los problemas de inseguridad. El Frente para la Victoria especuló con la eventualidad de recibir reprimendas por los crímenes ocurridos la semana pasada (Celeste Moreno y María del Valle Condorí, dos mujeres en la flor de la vida) y el Frente Cívico, que tiene especialistas en el manejo de los tiempos políticos, no se arriesgó a que le recordaran un pasado reciente que también registra hechos de inseguridad manifiestos y asesinatos sobre los que nunca se pudo avanzar, aparte de los hechos trágicos ocurridos en la vieja cárcel de avenidas Güemes y Virgen del Valle. En síntesis, en ambos lados había temor de “tirarse con los cadáveres”. Increíble, pero cierto. Más allá de eso, aunque supieron disimularlo, se produjeron algunas divergencias entre los legisladores de la bancada oficialista y no hubo buenas miradas para la conducción del bloque. Algunos querían sesionar, otros no.

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A diferencia de otras contiendas, al menos hasta hoy, nadie ha sacado a relucir encuestas de opinión. En los distintos comandos existe prudente cautela y prima el concepto de que el mejor relevamiento fue la elección del 11 de agosto, cuando Néstor Tomassi (FPV) resultó el candidato más votado, el Frente Cívico ganó la interpartidaria (por los votos de “Chichi” Sosa) y Luis Barrionuevo tuvo una gran performance con una cosecha quizá impensada. Por pura intuición, es probable que la disposición del voto mantenga características parecidas, pero como lo anunciamos tiempo atrás, la del 27 de octubre será una elección distinta porque a las candidaturas nacionales, se le suman las provinciales. De hecho, en cada rincón de Catamarca se está disputando el “voto a voto” de manera distinta, lo cual asegura, entre otras cosas, que el porcentaje de votantes pueda resultar superior al 75%, la muy buena cifra de concurrencia que tuvieran las PASO.

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Cuando quedan apenas 10 días efectivos de campaña, ya han aparecido prácticamente todos los afiches y también los punteros políticos manejan los votos ya confeccionados. El Frente para la Victoria, en este sentido, no es solamente “Chicho” Tomassi-Silvia Moreta-Octavio Gutiérrez como lo fue en agosto, sino que es Crook, la hermana Jimena y la tripleta Lucía-Jalil-Mera, mientras que sus dos principales antagonistas asientan la campaña en dos personajes concretos: los radicales juegan con Brizuela del Moral y tratan de esconder lo que se relacione con el castillismo; en tanto el barrionuevismo apuesta todas las fichas a la figura del dirigente gastronómico que, como bien lo apunta una nota que publicó esta semana el diario La Nación (ver crónica), estuvo haciendo campaña por lugares de majestuosa inmensidad, aunque de ínfimo caudal electoral.

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La verdad es que las multas de tránsito duelen, aunque mayoritariamente coinciden en que son necesarias para ordenar la circulación vehicular en una ciudad de calles muy angostas y abarrotadas de autos, motos, bicicletas y algo más. Aun refunfuñando, quizá porque nos tocó hacer cola y varias veces pagar la multa “como hijo de buen vecino”, pensábamos que, al menos en estas circunstancias, no había excepciones y que todos abonaban religiosamente el monto determinado por las ordenanzas municipales para las diferentes infracciones. Pero no, parece que para algunos hay privilegios. Si no es así que lo diga Simón Hernández (h), el concejal y candidato a diputado provincial al que, tiempo atrás, le hicieron la boleta por estacionar con su coche particular en lugar prohibido y, “por prescripción”, se salvó de abonarla. Dada su posición pública, lo correcto hubiera sido que el infractor pague sin apelar a su influencia, pero mucho más grave es la conducta de la jueza Ruth Castro, quien comete con su fallo un acto de virtual discriminación. ¿Por qué todos los ciudadanos tienen que pagar religiosamente y Hernández no? Además, existirían algunos antecedentes de esta jueza -como todos sus colegas de la provincia fue nombrada por la UCR- referenciando situaciones políticas para ejercer la función específica. Por las dudas, lo aclaramos, nos hacemos cargo de lo que estamos afirmando.

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A propósito de Hernández. Algunas declaraciones suyas, políticas por cierto, pueden convertirse en “pelotazos contra su propio arco”. Recientemente ha dicho que “la inseguridad persiste porque el gobierno del Frente para la Victoria tampoco resolvió la falta de trabajo y la pobreza”. Si tenemos en cuenta que durante la gestión de 8 años de su tío exgobernador, Eduardo Brizuela del Moral, los índices oficiales mostraron a Catamarca como una de las abanderadas en pobreza y desocupación a nivel país, tenemos que precisamente el concejal de los últimos ocho años “o tiene la mente extraviada o cree que a los catamarqueños se los puede embaucar con cualquier patraña”. Por supuesto, aquí hay una corresponsabilidad periodística al no repreguntar, toda vez que hasta el menos informado conoce estos datos, a los que habría que agregar que el “tío” se despachó con más de 5.000 pases a planta permanente a sólo diez días de dejar el poder. Para el joven Hernández, esto tal vez signifique combatir la desocupación. ¡Por favor!

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La obra de la plaza “25 de Mayo”, encarada por el municipio de la Capital, comienza a tomar formas y da cuenta de un emprendimiento que, sin dudas, cambiará la fisonomía del centro capitalino. Ahora que los transeúntes pueden caminar por San Martín o por Rivadavia, comienzan a disiparse las voces críticas que surgieron cuando comenzó la demolición que, obviamente, generó inconvenientes en el tránsito y en el trabajo de los comerciantes de la zona. De esta manera, el intendente Jalil va a completar un año de mucha actividad y concreciones (asfaltado de calles, limpieza de la ciudad, instalación de cámaras de seguridad, obras de desagüe, museo Caravati, centro operativo para la prevención de delitos y colaboración con la Policía, etc.) que, claramente, lo distinguen de la parsimonia de administraciones anteriores. ¿Todo esto se verá reflejado en votos en la elección del 27 de octubre? Es la pregunta que se hacen los que siguen el día a día de la política.

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RECUERDOS HACIA EL PRESENTE. Como cada domingo, terminamos los Apuntes con el repaso de hechos ocurridos 25 años atrás.
En la primera quincena de octubre de 1988, asumió como miembro de número de la Junta de Estudios Históricos Nilda Correa de Garriga. El presidente de la institución, Armando Raúl Bazán, destacó en aquella oportunidad la buena formación historiográfica y la asidua dedicación a la labor de investigación de Nilda quien, en la década del 90, formaría parte de la política al ser electa diputada provincial por el Partido Justicialista.

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El 8 de octubre de aquel año 1988, el barrio “General Paz” vivía una jornada de fiesta. Se concretaba la apertura del templo en homenaje a la Virgen de Fátima. La ceremonia fue presidida por el extinto obispo diocesano, monseñor Alfonso Torres Farías, quien destacó la acción mancomunada y solidaria de los vecinos de la zona y, en forma especial, del presidente de la comisión protemplo, Manuel Enrique Romero. Yamil Horacio Fadel, que había sido intendente de la Capital entre 1983 y 1987, fue el padrino de la obra. A propósito de este templo, el pasado martes se recordaron sus bodas de plata y estuvo presente el obispo actual, monseñor Luis Urbanc, quien celebró misa y bendijo las flamantes instalaciones del predio deportivo -iniciativa de la municipalidad de la Capital- que llevará el nombre del deportista Pedro Esteban Avellaneda, vecino de la zona.