Apuntes del secretario

miércoles, 20 de febrero de 2013 00:00
miércoles, 20 de febrero de 2013 00:00

Posiblemente hoy, o cuando mucho la próxima semana, visite Catamarca el líder de la CGT “Azul y Blanca”, Luis Barrionuevo. El hombre viene a establecer los primeros contactos con vistas al proceso electoral que se desarrollará a partir de julio próximo. Contrariamente a los que especulan en torno a sus propósitos, el hombre ha revelado su intención de volver a la banca de diputado nacional que, en representación de la provincia, supo ocupar entre 2005 y 2009. Para ello va a levantar un discurso crítico contra la actual administración y va a reivindicar su condición de peronista con el objetivo claro de captar votos de disconformidad del partido que, integrando el Frente para la Victoria, regresó al poder en 2011. No será tarea fácil la de reinsertarse en la provincia y recuperar, aunque sea en parte, el capital inmenso que supo tener en 2003, después de que desbancara a Ramón Saadi de la conducción partidaria y consiguiera la candidatura a gobernador. La gran adhesión que tenía diez años atrás surgió por la “recreación” del peronismo y por los aires de cambio que pedía la gente, que lo llevaron a ser claro favorito ante Oscar Castillo primero y Brizuela del Moral después. Sin embargo, la falta de residencia en la provincia sirvió de pretexto a los radicales para proscribirlo e impedirle que se adueñara del control político de su Catamarca natal. Los errores propios, como el de enfrentarse con Néstor y Cristina Fernández de Kirchner o impedir la realización de las elecciones del 2 de marzo de 2003 (las de la quema de las urnas), hicieron el resto. Desde entonces, a pesar de detentar la jefatura del PJ, se alejó de la provincia y, tras quedar sin banca, sus visitas se hicieron más espaciadas. Obviamente, perdió prácticamente todo contacto con la dirigencia. Sus allegados dicen que, ahora, “vuelve con todo”.
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Por supuesto que, con el solo hecho de abrir el juego, Barrionuevo ha generado opiniones. El diputado provincial santamariano Raúl Chico, en ese orden, lo ha desafiado a que “se sume y acompañe al gobierno de Lucía Corpacci” y le redobló la apuesta invitándolo a disputar las primarias por los cargos nacionales. “Que se presente a las internas dentro del PJ y que las gane, porque por supuesto que toda la dirigencia lo va a acompañar en las elecciones generales”, fue su inteligente desafío. Chico sabe, de sobra, que Barrionuevo no se va a presentar en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de agosto, cuyas candidaturas cierran en julio. Es que allí tiene grandes posibilidades de perder ante el aparato del Estado y, si efectivamente ello ocurre, no podría llegar a las generales del 27 de octubre. Es que las PASO, además de obligatorias, son eliminatorias (quien pierde no puede pasar a la ronda siguiente). Lo que va a hacer el dirigente gastronómico, desde ya lo adelantamos, es evitar las primarias y lanzarse por afuera del FPV-PJ en octubre. Allí, con 30.000 ó 35.000 votos e inclusive saliendo tercero, por el sistema D’Hondt, podría capturar la banca que tanto ansía. Buscaría repetir el esquema de 2005, cuando con el Frente Justicialista, a pesar de su excelente performance, salió detrás de Eduardo Pastoriza (Frente para la Victoria) y Genaro Collantes (Frente Cívico). En aquella ocasión, para medir las posibilidades reales de Barrionuevo, vale recordar los números de la elección en la que resignó su invicto el Frente Cívico: la fórmula del Frente para la Victoria Eduardo Pastoriza-Lucía Corpacci-Raúl Jalil sacó 52.705 votos (35%); la del Frente Cívico gobernante Genaro Collantes-Aída Maldonado de Piccione-Cristian Vincenti 48.932 (33.1%) y la del Frente Justicialista Luis Barrionuevo-Pilar Kent de Saadi-Francisco Gordillo 40.238 (27.2%)
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El duelo verbal de la última semana Luis Barrionuevo-Raúl Chico encierra interesantes “perlitas” políticas. El gastronómico ha dicho que dentro del gobierno cuenta con muchos seguidores, pero “tienen miedo”, con lo que supone que en una interna lo acompañarán. El santamariano, filoso en el análisis, replicó: “Lo único que puedo llegar a creer en base a lo que dice (Barrionuevo) es que son mentiras o hay traidores dentro del gobierno”, en cuyo caso le pide “dé los nombres de quiénes son”. Es difícil que se logren coincidencias con este tema. Probablemente el líder sindical tenga interlocutores en el gobierno y con varios de ellos se reúna subrepticiamente o hable por teléfono. Pero de allí a que lo apoyen en una aventura política hay buena distancia. De hecho, las dos últimas veces que vino a Catamarca posó con gente común -nada que ver con la dirigencia- a la que llevaron para un almuerzo. Aparte, qué dirigente asegura hoy que puede llevar votos por afuera del FPV-PJ. Si los hay, convengamos que no son muchos.
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Especulaciones o declaraciones cruzadas al margen, lo cierto es que Barrionuevo quiere “jugar su último partido en Catamarca” en este 2013. De allí no lo mueve nadie, aseguran entre sus íntimos. Vendrá a la provincia en los momentos de la euforia electoral con José Manuel de la Sota (precandidato presidencial), o con amigos como Eduardo Duhalde, el economista Martín Redrado o el exfutbolista Norberto “Beto” Alonso y que nadie descarte que lo pueda apoyar “en vivo y en directo” su aliado estratégico Mauricio Macri y hasta un radical como Enrique Nosiglia. Más allá de eso, colaboradores locales habrían estado en los últimos días anotando el nombre de vecinos para sumarlos a la causa. Algunos de ellos habrían sido avistados por barrios como Altos de Choya, donde algún reparto de billetes con la figura de Julio Argentino Roca habría existido.
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La semana política para los radicales termina con una reunión que despierta expectativas. Pasado mañana, en esta Capital, se reúne la conducción provincial de la Corriente Progresista (CPR), el nucleamiento que orienta el diputado provincial José “Chichí” Sosa y que es considerado por muchos como la principal alternativa a castillistas y brizuelistas. El cónclave está previsto para las 18 y se calcula que puede salir un pronunciamiento importante -de cara a las elecciones- sobre el futuro inmediato de la UCR. Seguramente habrá pedido de internas para todos los cargos -nacionales o provinciales- y alguna reflexión referida a la necesidad de cambiar a los caciques que condujeron a la derrota radical de 2011. El sector ha venido siguiendo paso a paso la conducta de la dirigencia y buscaría claramente diferenciarse y hacer valer la influencia que tienen en diversos puntos del territorio, especialmente en la siempre complicada Andalgalá, donde sus dirigentes han permitido que Alejandro Páez llegara a la intendencia. La posición más extrema, conforme se comenta en los mentideros de la política, sería la de considerar la posibilidad -nada lejana- de ir a las elecciones, en el supuesto de que se sigan cerrando las puertas de la interna, por afuera de la UCR. De hecho ya hubo movimientos orientados a conformar un partido provincial bajo el nombre de Juan Chelemín, con fuerte presencia en el oeste de Catamarca.
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RECUERDOS HACIA EL PRESENTE. Como lo hacemos habitualmente, cerramos los “Apuntes…” del día de la fecha con el repaso de sucesos ocurridos hace 25 años.
Un 20 de febrero de 1988, el juez marplatense Guillermo Vallejos dispone la prisión preventiva de Carlos Monzón, el inolvidable campeón boxístico que tuvo Argentina y que se retiró de la actividad sin haber resignado la corona ecuménica de los medianos (le ganó a todos sus retadores). El magistrado ordenó su procesamiento por homicidio simple, a raíz de la muerte de su esposa, la actriz uruguaya Alicia Muñiz. Un día como hoy, 21 de febrero de aquel 1988, era trasladado a la temible y famosa cárcel de Batán, situada 15 kilómetros al sur de Mar del Plata.
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Cumbre política en Catamarca. Hace exactamente un cuarto de siglo se reunían en nuestra provincia los gobernadores de Catamarca y Buenos Aires, Vicente Saadi y Antonio Cafiero, respectivamente. El encuentro había sido tramitado en la reu-nión de gobernadores del Norte Grande, desarrollada en Jujuy, por el asesor del mandatario catamarqueño, Julio Mera Figueroa. Para ese entonces quedaban dos candidatos peronistas, Menem y Cafiero, para disputar la interna por la candidatura presidencial en las elecciones de 1989. En aquella ocasión, se recuerdan las palabras de Saadi: “Para nosotros la visita del doctor Cafiero, la primera de un gobernador bonaerense a Catamarca, significa algo especial. Aparte de ser el presidente del Partido Justicialista, cargo en el que me sucedió, se trata de un gran amigo por lo que hoy es un día de fiesta que, entiendo, deben compartir todos los catamarqueños”. El visitante, cabe destacarlo, vino a pedir el apoyo de don Vicente, pero éste finalmente jugó para la candidatura de Menem, a la postre vencedor de la histórica interna de julio de 1988.

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