El miércoles 6 de febrero, los empresarios de las cuatro líneas de transporte urbano de pasajeros que prestan servicios en la Capital aceptaron el plan de modificación de recorridos de las líneas urbanas propuesto por la municipalidad, pidiendo sólo algunas modificaciones.
Durante el feriado del 20 de febrero, la comuna informó que en el marco del Plan de Reordenamiento del Transporte Público, comenzarían a implementar un nuevo trazado para la circulación de las líneas de colectivos en el centro de la ciudad. La información indicaba que los trabajos se ejecutarían en el lapso de dos semanas. Estas iniciativas surgieron para poner orden en el movimiento urbano por las calles céntricas de la ciudad, sobre todo en horas pico.
Pero a pesar de que se aseguró que habría una campaña para informar los cambios, ayer reinó el caos que afectó notoriamente a los pasajeros de las líneas urbanas. Primero hubo un trazado, después se modificó por otro; se adelantaron las fechas en la implementación de los cambios y salvo la información periodística, no se hizo una amplia difusión masiva. Se había dicho que en los colectivos se iban a entregar croquis de los nuevos recorridos, la Dirección de Transporte de la Provincia iba a ubicar inspectores y personal idóneo en distintos puntos para informar a los usuarios, entre otras acciones, pero ayer éstos nada sabían.
Días pasados, señalamos el mal comienzo del proyecto de carriles selectivos en algunas calles de la ciudad; hoy debemos referirnos a los disgustos de los pasajeros de colectivos que además de deambular buscando nuevas paradas y soportando cambios de horarios, en muchos casos debieron pasar por el mal momento de explicar a sus jefes las razones de su involuntaria tardanza a la hora de ingresar a sus trabajos.
Estos cambios exigen acciones mejor pensadas, con coordinación entre organismos públicos y empresarios del transporte, para que los usuarios no se vean perjudicados.