Ayer se recordó en el país el 37 aniversario del golpe de Estado que sumió al país en la peor crisis de valores de la historia, con un saldo de muertes y desaparecidos que todavía hoy produce divisiones en la sociedad. En todas las plazas se repitieron consignas de repudio al terrorismo de Estado y se volvió a instar a la Justicia a cumplir con el cometido de encarcelar a quienes participaron de la masacre popular. Esta vez, hubo recuerdos para los civiles que colaboraron con los militares y se dieron nombres de personas, empresas e instituciones de la sociedad, algunos de los cuales ya fueron denunciados, como son los casos de los diarios La Nación, Clarín y La Nueva Provincia de Bahía Blanca. Entre las empresas, cabe destacarlo, figura Loma Negra, cuya planta se levanta en El Alto, dentro del territorio catamarqueño.

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En Catamarca se avanzó bastante en la memoración de los años de plomo. Ayer se hizo el acto en plaza 25 de Mayo, del que participaron las autoridades de la provincia. También hubo muestras oficiales que enumeran tragedias de ese pasado horroroso y en los diarios se publicaron avisos destacando la necesidad de llegar, a través del ejercicio de la memoria, a la verdad y al imperio de la justicia. Estas cosas, antes, no se hacían en la provincia porque al gobierno anterior le cabían las generales de la ley.

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Como todos saben, así como en el país hubo colaboradores civiles, en Catamarca esa colaboración con la dictadura alcanzó ribetes escandalosos. Cientos de dirigentes que militaron dentro de la UCR, formaron parte de los gobiernos del coronel Carlucci y el comodoro Bárcena, tenebrosos interventores que mandó el trío Videla-Massera-Agosti. Pero además, apenas se produjo el golpe, asumió como intendente el extinto Arnoldo Castillo, quien en 1981 y hasta el 10 de diciembre de 1983 ejerció nada menos que la gobernación en nombre de los militares. Por ello, mientras duró el mandato radical (1991-2011) el 24 de marzo en la provincia no existió.