Editorial

Viva la vida

domingo, 24 de marzo de 2013 00:00
domingo, 24 de marzo de 2013 00:00

La ciencia ha demostrado que en el instante en que se unen el óvulo y el espermatozoide, nace una vida humana. Todo el nuevo ser se forma en ese mismo momento, hasta el punto de establecer no sólo las características propias que tendrá esta nueva persona, sino también su descendencia (color de ojos, cabellos y tantos otros rasgos físicos que heredarán por los genes).
Hasta hace relativamente poco tiempo, ese ser que crecía en el vientre materno era invisible. Las nuevas tecnologías que muestran imágenes en tres dimensiones permiten reconocer con mayor precisión esta realidad que la ciencia develó hace mucho tiempo.
En la época de Santo Tomás de Aquino la ciencia no había avanzado tanto y se creía que el feto adquiría las características de ser humano a los tres meses de su gestación, pero los avances en los estudios determinaron con certeza que desde el primer instante de la concepción, está el ser humano completo con todos sus derechos y atentar contra su vida es un crimen mucho más grave que cualquier otro asesinato, porque éste es el más indefenso e inocente de todos los seres humanos.
Para reafirmar el valor de toda vida humana desde su concepción hasta su muerte natural, promover la cultura de la vida, despertar la solidaridad, acompañar a las madres y pedir para que haya en nuestro país respeto por toda vida humana, se celebra hoy la “Jornada Nacional del Niño por nacer”.
Frente a un ambiente que busca prescindir de muchos seres, somos llamados a luchar para que la nueva vida de los niños engendrados y aún no nacidos pueda desarrollarse y llegar a su plenitud, tanto en el hogar como en la sociedad que debe reconocerle sus derechos fundamentales y facilitarles las posibilidades de llegar a su madurez y realización.
Que los bebés por nacer no sean excluidos de la vida, sino que sean bienvenidos y mejor tratados.
 

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