Apuntes del secretario

jueves, 4 de abril de 2013 00:00
jueves, 4 de abril de 2013 00:00

Nuestro anuncio de ayer, sobre los rumores de cambio que inundaron el fin de semana extralargo de Semana Santa, se encamina a convertirse en realidad. A pesar del hermetismo que rodeó al acto de homenaje a los héroes de Malvinas -el martes a la tarde/noche- y de las desmentidas de ministros como Francisco Gordillo a nuestro diario, la gobernadora se prepararía a oxigenar su gabinete a escasos meses de las elecciones primarias de agosto y las generales de octubre. No aseguramos quiénes se van, pero sí podemos adelantar que la principal pieza del recambio será la de Gustavo Saadi, el actual asesor de Gobierno. Hombre de extrema confianza de Lucía Corpacci, podría recalar en el ministerio de Gobierno o en el de Desarrollo Social. Su nombre cierra perfectamente puertas adentro del peronismo, que es uno de los motivos de quejas -más silenciosas que públicas- de la dirigencia. Antes de que llegara a la Asesoría, en reemplazo del abogado Mario Mayorga, Saadi ya estaba muy bien considerado en las cumbres del poder. Su nombramiento inicial como secretario de Gobierno de la Municipalidad de la Capital, de hecho, fue un pedido de Lucía que atendiera el intendente Raúl Jalil. El otro funcionario que podría cambiar de tarea es Octavio Gutiérrez (también tiene una extensa trayectoria dentro del peronismo). Pasaría de la Secretaría de Vivienda a uno de los ministerios más relacionados con el peronismo. Frente a este panorama, queda la duda de quién irá a la Asesoría si Saadi acepta la nueva misión.
******
Si bien no lo podemos aventurar, es probable que frente a las nuevas medidas, la oposición radical apunte los cañones hacia el apellido Saadi y lo relacione con el pasado, en orden al período 1983-1991 que le tocó gobernar a Ramón. Si bien es cierto que se trata de primos hermanos, no es menos cierto que Gustavo hace largo rato que está distanciado del exgobernador, a punto tal que no se hablarían ni siquiera por teléfono. La ruptura, como se sabe, se produjo después de la interna que sostuvieron Ramón Saadi y Jorge Moreno, a la postre el vencedor, por la candidatura a gobernador para las elecciones de 2011. Hasta allí caminaron juntos, como que Gustavo era candidato a la reelección por la lista saadista. Desde entonces todo fue distinto. Inclusive Ramón estudia las alternativas de presentarse como candidato en las primarias que determinarán los candidatos a diputado nacional. Volviendo a las posiciones radicales, la de ahora sería repetir los “operativos mediáticos” que supo orquestar, a nivel nacional, cuando se produjo el triunfo de Lucía o su asunción como gobernadora.
******
El desastre climático que ha provocado decenas de muertos en Capital Federal y el Gran Buenos Aires, de alguna manera, otorga doble valor a algunas obras costosas (hablamos de una cifra cercana a los 120 millones de pesos), pero que tal vez no se vean, que lleva adelante el jefe comunal capitalino, Raúl Jalil, y que nadie las hacía desde la época en que Arnoldo Castillo (1976-1981) fuera intendente del Proceso Militar, hace 37 años. Se trata del mejoramiento de la red pluvial, que provocaba desastres con las lluvias, por poco frecuentes que éstas fueran en Catamarca. Registros de 40 ó 50 milímetros, no 200 ó 300, como los que se dieron en suelo bonaerense, resultaron durante mucho tiempo un drama para numerosos hogares locales. Entonces bien justificadas están las molestias que las obras municipales provocaron en el tránsito en distintas zonas, como últimamente ocurre con la del perímetro de Camilo Melet, Samuel Molina y General Navarro, que va permitir que las correntadas de la avenida Ocampo sean menos temibles. Por supuesto que Jalil tiene otras iniciativas que son bien visibles: contenedores por doquier para hacer de San Fernando del Valle una ciudad más limpia; asfalto en cerca de 300 cuadras (hizo, en este rubro, más que Guzmán en ocho años de mandato); mejoramientos, en forma conjunta con Vialidad, de avenidas como la Virgen del Valle Norte o la construcción completa de la que parte desde la exEDECAT y se conectará con las Mil Viviendas. Esto, aparte de haber terminado con los “busquines” que, de a montones, eran “proveedores” del Estado municipal.
******
Más allá de la renovación en los concejos deliberantes de toda la provincia y las cámaras legislativas (diputados y senadores de ocho departamentos), la elección de octubre tiene como atractivo la compulsa por dos intendencias: la de Los Altos y la de Mutquín (Pomán). En la primera, César Rafael Olveira iría por la reelección (su candidatura, como todas las demás, la debe resolver el tándem Oscar Castillo-Brizuela del Moral) frente a un dirigente que ya es intendente, pero quiere gobernar en todo el departamento. Nos referimos al aguerrido Elpidio Guaraz, para el cual no existen las empresas imposibles. Antes de ser dos veces jefe comunal de Santa Rosa (2007-2011 y 2011-2015), fue elegido en cuatro oportunidades concejal (1993, 1997, 2001 y 2005). En las alturas pomanenses de Mutquín, la partida también puede ser muy brava. Allí podrían participar por el cargo de intendente cuatro listas distintas. Una de ellas llevaría a Hugo Gómez (Autonomía Mutquinense) a intentar la reelección, pero se le opondría la agrupación “Unidos por el Progreso de Mutquín”, cuyo candidato sería Jorge Chasampi (aseguran que tiene cerca de 150 votos propios), un hombre que nació en aguas del radicalismo y viró hacia costas diferentes. A estas opciones se le sumarían las radicales genuinas: el castillismo intentaría copar el terreno con Jorge “Bolillón” Nieva y la Corriente Progresista Radical, del diputado “Chichí” Sosa, es seguro que presentará al empresario Orlando Reynoso. Como puede apreciarse, los mutquinenses tienen un póker perfecto para elegir y el gobierno confía en las acciones que pueda desarrollar el actual ministro, Francisco Gordillo, alguien totalmente consustanciado con los intereses del Frente para la Victoria traspasando la quebrada de La Cébila.
******
Las regalías mineras siguen siendo motivo de atracción política. El gobierno ya tiene decidido, con amplios respaldos de la gente (incluso le puede reportar votos), cambiar el rumbo que se aplicó con estos dineros cuando gobernaba Brizuela del Moral. Aquel “viva la pepa” se cortará de cuajo con la reglamentación de la ley, y aunque el andalgalense Alejandro Páez -o algún otro que pretenda acompañarlo- chapalee en el barro de sus pretensiones, no habrá vuelta atrás. Varios intendentes radicales ya lo dicen por lo bajo y, a fuer de sinceros, la opinión más acertada en torno a esta controversia la brindó el legislador Marcelo Rivera quien culpa a todos los intendentes, sin distinción de colores políticos, por el manejo desastroso que realizaron de los recursos no renovables y añade que, a diferencia del Frente Cívico (o sea la UCR), el Frente para la Victoria tiene que informar al pueblo sobre el destino de las regalías. ¡Muy bien, Rivera!
******
RECUERDOS HACIA EL PRESENTE. Como lo hacemos habitualmente jueves, domingos y martes, el final de los Apuntes del Secretario está reservado para los recuerdos de hechos que sucedieron hace muchos años atrás, pero que puedan tener relación con el presente en cuanto a nombres y circunstancias.
En abril de 1988, como ahora, había turbulencias entre los docentes y el gobierno provincial. A esta altura, promediaba ya la cuarta semana del paro dispuesto por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) que abarcaba todas las jurisdicciones del país, incluida Catamarca. El secretario general de la ATECa, Luis Marcelo Páez, decía por aquellos días lo siguiente: “En la provincia, el espíritu de unidad, como el primer día de paro, se mantiene intacto. Desde las bases hasta los dirigentes, los docentes estamos convencidos de que nuestra lucha es justa, que nuestros reclamos son razonables, por lo tanto no nos podemos apartar de la causa, a pesar de que se nos esté diciendo que va a haber nuevas ofertas”. El subsecretario de Educación y Cultura de la gestión saadista, profesor Bernardo Romero, por su parte, opinaba que el gobierno provincial estaba a la espera de una decisión política del gobierno nacional que conducía Raúl Alfonsín y que, a su entender, había “paralizado la gestión de los docentes en los 500 australes que ofrecía como base”. Agregaba: “No estamos en condiciones de ofrecer más a los docentes porque carecemos totalmente de recursos”. Gran verdad para aquellos años. El gobierno no disponía de dineros para satisfacer reclamos, por muy justos que fueran, que excedían la capacidad de la provincia. Ni la influencia política que podía tener el caudillo Vicente Leónides Saadi, gobernador de Catamarca, alcanzaba. Hoy, por otra parte, se destinan, aparte de los salarios, como nunca antes, ingentes cantidades de recursos a la educación.

Comentarios

Otras Noticias