Autocrítica

domingo, 26 de mayo de 2013 00:00
domingo, 26 de mayo de 2013 00:00

Los medios de comunicación en general y los periodistas en particular nos debemos un sincero debate sobre el tratamiento informativo que damos a las noticias policiales. Por distintos motivos muchas veces caemos en la tentación de absolver o condenar periodísticamente a los acusados de distintas causas que se tramitan en la Justicia, especialmente las de tipo penal. Y si ese tratamiento informativo tiene fuerte aceptación en la sociedad, puede darse que algunos jueces actúen bajo la presión social, alejándose de lo que las leyes establecen.
Es tan peligroso que esto suceda, que cada uno de los habitantes de este suelo corre el riesgo de ser condenado siendo inocente, o que la sociedad en su conjunto padezca que se salven de condenas los culpables. Hubo casos resonantes en los que resultó evidente la intervención del poder político para encubrir a acusados, los que resultaron condenados judicial o socialmente no tanto por el delito cometido, cuanto por contar con progenitores poderosos que con unos llamados telefónicos intentaron –y en muchos casos lograron- evitar sentencias desfavorables para sus hijos.
En esos casos se debió impulsar desde el mismo sistema judicial, desde los medios de comunicación y desde la sociedad, que se investigue a quienes haciendo mal uso del poder político, pusieron en marcha una cadena de encubrimientos fuertemente sospechados y nunca esclarecidos.
Esta revisión del modo de informar posibilitará una mejor cobertura de los hechos policiales de modo que no se apunte tanto a quienes cometieron ilícitos accidentalmente, sin dolo, sino a quienes usan su posición social o política con el propósito de manipular a quienes deben administrar justicia.
Otra sería la historia si en los sonados casos policiales que se conocieron en Catamarca en las últimas décadas hubiesen sido condenados los encubridores. Pero eso no sucedió. La mayor omisión en estos casos corresponde el Poder Judicial, y en menor medida a los medios de comunicación que debemos hacer la autocrítica.

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