Desde la Bancada periodística

Un balance esperanzador

viernes, 3 de mayo de 2013 00:00
viernes, 3 de mayo de 2013 00:00

La ausencia de los senadores radicales a la Asamblea Legislativa del 1 de mayo, más allá del desaire al gobierno y el retroceso institucional que supone un hecho de esta naturaleza, cumplió con uno de los objetivos que se había propuesto la oposición para esta circunstancia que, por lo general, deja réditos al oficialismo de turno.
Allí, en este pequeñísimo detalle, se asienta una medida que tiene sus costos, es cierto, pero en forma paralela termina por aguarle el programa a quienes habían preparado una fiesta en la que, obligatoriamente, se necesitan actores de reparto.
Las cosas fueron así. Los 9 radicales, que son mayoría en la Cámara alta y, hoy por hoy, ejercen la principal y más fuerte representación institucional de la UCR en la provincia -mucho más que los intendentes, muchísimo más que los diputados, y ni qué hablar si se los compara con las autoridades partidarias- lograron que todos hablen del faltazo, del quórum y pruritos reglamentarios. De hecho, y nos incluimos en la lista de los que “mordieron el anzuelo”, hasta la fecha sigue el debate de lo que, fácticamente, debe aceptarse como cuestión formal.
De lo que se habló poco es del discurso de Lucía Corpacci. Allí descansa el éxito de la estrategia radical.
Hombres como Jorge “Yayo” Agüero, Víctor Luna, Ricardo Boggio, el alteño Miguel Ángel Arévalo o el antofagasteño Luis Eduardo Rodríguez no son improvisados. Llevan años tejiendo y destejiendo estrategias y eran conscientes de que Lucía podía dar un golpe de efecto de proporciones con su discurso. Lograron frenarlo. O apaciguarlo.

Rendición de cuentas en serio

Después de este introito en el que se incluyen las mañas de la política, vamos a lo que debió ser el punto central de la Asamblea Legislativa.
Tras las referencias protocolares, la gobernadora dijo que su gestión se orienta a obedecer los mandatos populares y que cada una de las decisiones “es el resultado de la mixtura entre nuestro programa, las habilitaciones y limitaciones de la realidad y la necesidad de la sociedad de resolver cuestiones importantes y urgentes”.
A partir de allí propuso rendir cuentas en base a lo que prometió hacer en 2011, cuando por primera vez con los atributos de mando, delineó el camino que iba a transitar. Obviamente, se trata de la forma más efectiva de trasmitirle al pueblo qué pudo cumplir de lo que hace 370 días eran apenas buenos deseos.
La reducción de las asimetrías sociales en una provincia, la que le tocó recibir, donde había muchos ricos y demasiados pobres, y donde las diferencias entre los centros urbanos y el interior profundo eran abismales, dio paso a la enumeración de muchas cosas que lograron hacerse y que hoy pueden ser mostradas orgullosamente por el gobierno pamperonista que sucedió a los 20 años de radicalismo.
En este orden de ideas, la gobernadora puso énfasis en destacar la creación de 36 escuelas secundarias en lugar de las 26 que había prometido y que funcionan en contraturno en los edificios de establecimientos primarios, en los cuales se consiguió complementación con la dotación de vehículos y becas para atacar la deserción escolar.
La realidad de 2.000 niños aproximadamente que antes no iban a la escuela hoy puedan hacerlo, se palpa de cerca en lugares que, aunque son bien catamarqueños, son poco conocidos de los habitantes del Valle Central. Digamos Barranca Larga en el norte belicho; La Dorada, Las Cañas, Anquincila o Guayamba en las soledades del Este; El Puesto en la precordillerana Tinogasta; Amadores en el preingreso del cañón paclinense o la cercana Las Tejas, un pedazo viejovallense virtualmente abandonado.
El quehacer educativo del último año, que no sólo es negociar salarios, se completó con realizaciones como la implementación en marcha de jardines de infantes y acciones orientadas directamente a combatir la falta de instrucción básica.

La salud, otra prioridad

Entre las funciones indelegables del Estado, obviamente, está la salud. Lucía Corpacci pudo hilvanar con su discurso hechos concretos. Anunció que ahora mismo, en 2013, comienza la obra de ampliación y equipamiento del Hospital de Niños, por un monto que alcanza los 30 millones, mientras que están habilitados los créditos presupuestarios para equipamiento en la subsecretaría de Salud Mental y Adicciones, el nombrado Hospital “Eva Perón”; la Maternidad Provincial; la subsecretaría de Medicina Preventiva y Promoción de la Salud y el San Juan Bautista.
No faltaron, asimismo, las referencias para los recursos humanos que hacen posible la atención de la salud. La mandataria aseguró que su gobierno ha terminado de resolver la situación de agentes precarizados y, con mayor énfasis, resaltó la atención basada en los principios de gratuidad, accesibilidad, calidad y equidad, lo que ha conducido a un logro trascendental: disminuir la mortalidad infantil a 8.8 por mil, acotando que una tasa del 13.5 por mil no bajaba desde hacía muchísimos años, lo mismo que la mortalidad materna, que pasó del 7.5 por diez mil del 2011 al 3.2 del 2012.
Otro dato elocuente y que, claramente, ya es percibido por la gente, tiene que ver con el sistema de emergencias, cuyos resultados son muy alentadores: a través del SAME se verificó un incremento de 20 a 2.800 consultas mensuales y el 82% de las asistencias se realizaron a pacientes sin obra social.
Estos logros, a los que deben agregarse la recomposición institucional de la asistencia social, la normalización de las prestaciones y atender en serio la violencia de género o la familiar, según la gobernadora, “nos permitió alejarnos de la conflictividad permanente que hacía de cada política social un motivo de sospecha y polémica”.

Sobre la obra pública

Largos minutos debió emplear la gobernadora para reseñar lo actuado alrededor de la red caminera, antes de asegurar su convencimiento de que “sin conexión vial, la integración y cohesión del territorio son misiones casi imposibles”.
También habló de la energía, en la cual se hizo muchísimo en virtud que el servicio, después de la gestión privada, fue entregado en estado deplorable y virtual emergencia, y de la restitución de las conexiones de gas.
Pero el mejor resumen de la orientación del gobierno quedó establecido en la frase que, en cuanto a obras, resume todo. Textualmente dijo Corpacci: “Nos habíamos referido también, el año pasado, a la necesidad de articular con los municipios y el gobierno nacional la posibilidad de generar aquellas obras que realmente redistribuyen la riqueza y posibilitan el desarrollo de infraestructura reduciendo las disparidades, las asimetrías que hacen que algunos catamarqueños de los pueblos y comunidades de los departamentos se arrepientan del lugar donde les tocó nacer y terminen emigrando hacia el valle central u otros centros urbanos del país. Hemos exportado mano de obra durante años, como un símbolo desgarrador del fracaso colectivo y ausencia de oportunidades, especialmente de estudio y de trabajo. Por eso hablábamos de que cada unidad política, en este caso municipalidad, Provincia y Nación, hicieran aportes concurrentes”.

“La provincia no le va a sacar un peso a nadie”

El resumen de los planes en materia de obra pública siguió con un tema que, según nuestro modesto punto de vista, puede convertirse en el hecho trascendental de los tiempos por venir. Se trata de la aplicación del decreto 202 de reglamentación de la Ley N° 5128 de distribución de regalías mineras.
Desde hace diez años y hasta la actualidad, la falta de controles generales (Tribunal de Cuentas, oficialismo y oposición, Justicia, etc.) dio lugar a que los fondos de las regalías mineras se gastaran, de acuerdo al criterio de los jefes comunales, en municipios de un color político o de otro. Ya se sabe perfectamente lo que esto significa: alimento de las necesidades políticas antes que dotar a los pueblos de la infraestructura que necesitan.
Varias de estas cosas, que son vitales para el desarrollo estructural de Catamarca, formaron parte del discurso del 1º de mayo.
“La reglamentación de la ley de regalías significa asumir en plenitud la responsabilidad de administrar fondos que son de otros, de los que vienen detrás nuestro. No podemos utilizar recursos no renovables para posibilitar nuestra propia vida actual y pretender también utilizar para nuestro beneficio el fondo de reparación, de indemnización que se cobra por aquel recurso que ya no va a existir. Ese dinero (el de las regalías) debe ser invertido en aquellas obras de infraestructura como caminos, puentes, energía, sistemas de riego y producción, conectividad y demás, que hagan posible que los hijos y los nietos y la descendencia de quienes somos contemporáneos, puedan tener alternativas para vivir. Hoy disponemos del mineral. El uso de las regalías debe ser el mayor gesto de solidaridad intergeneracional que podemos ofrecer. Al menos por ahora, no hay otra fuente de ingresos de esta envergadura que permita torcer el destino de esos pueblos, de esas hermanas y hermanos y de los que vendrán. Son los estados municipales y la propia comunidad los que deben aceptar la responsabilidad de aplicar las regalías para ese objetivo. La Provincia no le va a sacar un peso a nadie, ni pretende desentenderse de sus obligaciones”.
Si alguien pedía mayor claridad en un tema tan delicado como el uso de las regalías, allí estuvo la respuesta. Lucía juega demasiado con el desafío: si las cosas van bien será su triunfo y el de todos los intendentes. Si fracasa, los costos serán exclusivamente para ella.
“Vamos a hacer de Catamarca el mejor lugar del mundo para vivir, para fundar una familia, para ver crecer a nuestros hijos, para enarbolar las mejores banderas y alcanzar la utopía de ser felices en el camino de la vida”.
Fue el final del discurso. Antes había dicho qué prometió y qué parte cumplió. Qué piensa hacer en lo inmediato y lo mediato. Si alguien no había reparado en el trabajo llevado a cabo, debió salir dudando de los críticos de la destrucción. Esos que piensan que no se hace nada, que todo está mal y que no hay esperanzas.
Los senadores radicales faltaron a la cita y se robaron “el libreto”. Como políticos que son, los comprendemos…pero también comprendemos que son conscientes que los justificativos reales no son los que le expusieron a la prensa.

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