Columna política
Hoy será una jornada de gran expectativa política tanto a nivel nacional como provincial ya que, de acuerdo al calendario electoral, las distintas fuerzas del país comenzarán a diseñar cómo quedará conformado el Congreso de la Nación durante los dos últimos años de gestión de la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. Y según sea el dibujo a partir del 10 de diciembre, se pueden generar grandes cambios en el rumbo de la política nacional.
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Momentos de gran tensión se viven en los bunkers de los distintos partidos para negociar las precandidaturas, sobre las que se mantienen gran incertidumbre, particularmente en la oposición que está prácticamente obligada a realizar una elección mejor que la de 2009 ya que pone más bancas en juego que el oficialismo en la Cámara de Diputados. De allí se entienden los verdaderos aquelarres que han conformado para tratar de mostrar unidad y sumar votos, aunque con una fragilidad ideológica aterradora. En el Senado, en tanto, el kirchnerismo debe renovar 16 de las 33 bancas de su bloque (contando cuatro aliados).
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A nivel provincial, para la gestión de Lucía Corpacci será la primera evaluación de su gestión a más de dos años del triunfo sobre Eduardo Brizuela del Moral y su intentona por quedarse “20 años” en el poder. Por ello mientras hay una gran danza de nombres, todavía no hay certezas en cuanto a quiénes serán los candidatos. Son nulas las posibilidades que dentro de la Alianza Frente Para la Victoria haya más de un candidato, por lo que es casi un hecho que los nombres que surjan entre hoy y mañana, serán quienes compitan en octubre. También Barrionuevo tratará de llegar a octubre por su lado y hasta ahora es un interrogante qué hará Ramón Saadi. El FCyS, indudablemente, tiene más dificultades, porque no sólo no tiene “caja” sino que además puede presentarse más de una lista que será, para el oficialismo partidario, una piedra en el zapato.