«En la conmemoración anual del Día de las Naciones Unidas para la Administración Pública rendimos homenaje a todos los que aceptan las responsabilidades de prestar servicio a la humanidad y contribuyen a la excelencia y la innovación de las instituciones de la administración pública» declaró el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Entre los Objetivos de Desarrollo del Milenio suscritos por los Estados Miembros de la ONU ha sido incluida la necesidad de que los países y las administraciones locales tengan una administración pública eficiente, responsable, eficaz y transparente.
La Asamblea de ese organismo internacional designó el 23 de junio como Día de la Administración Pública y estableció los Premios de las Naciones Unidas a la Administración Pública. Esos premios se entregarán la semana que comienza, en el Reino de Bahrein. Éstos constituyen el galardón internacional de mayor prestigio a la excelencia en la administración pública. Mediante un concurso anual, el programa promueve la profesionalidad y la visibilidad de la administración pública a través de cinco categorías para alentar: 1) la transparencia; 2) la rendición de cuentas; 3) la capacidad de respuesta; 4) la integridad y las medidas para prevenir el abuso o mal uso del poder público y 5) la innovación en la gestión de las finanzas públicas. Estos premios se otorgan según una distribución geográfica de cinco regiones. A fin de equilibrar las posibilidades de selección de candidaturas recibidas de países con distintos niveles de desarrollo e ingresos, se han establecido las siguientes regiones: África, Asia y el Pacífico, Europa y América del Norte, América Latina y el Caribe, y Asia occidental.
La obtención de esos premios es muy importante, pero lo es más el poder darle a la sociedad respuestas eficientes y cristalinas. Para esto es fundamental que funcionen bien los mecanismos de control, que los prestadores cuenten con las herramientas adecuadas y que todo se sostenga con una firme decisión política.