Recetas

domingo, 23 de junio de 2013 00:00
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La marcada escalada que tuvieron los hechos delictivos registrados Catamarca a partir del año 2010 y que siguen en franco ascenso, nos obligan a analizar qué es lo que se está haciendo para revertir o apaciguar la cantidad de hechos que, además de ser cada vez más, crecen en cuanto a la violencia desplegada. Qué es lo que espera la sociedad y cómo contribuye para que el Estado pueda con uno de sus roles elementales: garantizar la seguridad.
Paralelamente al crecimiento de la inseguridad, es cada vez más generalizada la idea de que la mano dura es el mejor camino para luchar contra los malvivientes, e incluso se alientan los hechos de justicia por mano propia, y hasta se presiona para que la policía sea más severa en su accionar, haciendo incluso la vista gorda a los excesos. Es cierto que en Catamarca no hay hechos graves y que, parafraseando al ministro de la Corte, Eugenio Saffaroni, hay que cuidarse más al cruzar la calle o de los propios familiares, ya que es en el tránsito y en la intimidad familiar donde se producen la mayor cantidad de víctimas fatales. Y aquí este axioma calza justo.
Pero justamente por ello, controlar a los “arrebatadores de poca monta” como calificó el propio jefe de Policía a la delincuencia local, debería ser una tarea mucho menos complicada de lo que las estadísticas oficiales demuestran. Y más teniendo en cuenta los avances tecnológicos con que se ha dotada a la Fuerza para su trabajo de prevención en los últimos años.
Por otra parte, si se tiene en cuenta que la población catamarqueña creció menos del 10 por cierto entre 2001 y 2010 según el censo, mientras que la población carcelaria trepó en ese mismo lapso alrededor de un 400 por ciento, huelga decir que la cárcel y la mano dura no pueden ser la única respuesta que tiene el Estado para luchar contra la delincuencia, si no se acompaña con medidas serias y efectivas que tiendan a la reinserción social y a evitar la exclusión de los desprotegidos. Las soluciones más efectivas al problema de la inseguridad no están en las Fuerzas de Seguridad, sino en las medidas políticas, económicas y productivas. Claro que los resultados no se verán en lo inmediato.

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