Apuntes del secretario

lunes, 24 de junio de 2013 00:00
lunes, 24 de junio de 2013 00:00

Ya están los candidatos para el 11 de agosto. El cierre de listas, como lo dijimos ayer, no arrojó mayores sorpresas, pero dejó lecturas varias. La principal es que la única competencia se librará dentro de la Unión Cívica Radical, donde dirimirán la candidatura a diputado nacional para las elecciones generales del 27 de octubre el exgobernador Eduardo Brizuela del Moral y el actual diputado provincial José “Chichi” Sosa. En la alianza Frente para la Victoria-Partido Justicialista, la fórmula Néstor Tomassi-Silvia Moreta-Octavio Gutiérrez únicamente necesita conseguir el piso de 1.5 del padrón para asegurar el pase a la ronda siguiente y lo mismo ocurre con la Tercera Posición, donde el exdiputado y exsenador nacional, José Luis Barrionuevo, teóricamente no tendría inconvenientes para mutar de precandidato a candidato.

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El gran favorito a quedarse con el duelo radical, indudablemente, es Brizuela del Moral. Más allá de algunos favores mediáticos que ha recibido en los últimos tiempos, el hombre cuenta con base electoral propia y de la UCR, además de muchos electores independientes que pueden acercarse a apoyarlo con el voto. En frente suyo tendrá, sin embargo, un rival que no le regalará nada y que con su presentación como precandidato ha observado coherencia de procederes. Como lo dijo este Secretario en más de una ocasión, por más difícil que resulte medirse con un rival de los kilates de un exrector, un exsenador nacional, un exintendente de tres mandatos y un exgobernador de dos, si Sosa reclama internas desde hace más de dos años, a la hora del desafío no puede escapar. Si bien no son las provinciales que pidió con insistencia, las PASO también son internas. Y en ese marco le propondrá a la ciudadanía elegir con su figura al futuro y no al pasado, que puede representar una persona como Brizuela del Moral que está frisando los 67 años. También irá contra Oscar Castillo, aunque menor en años, un político que participó activamente de privatizaciones lamentables (energía y el Casino, entre otras), la entrega de la Caja de Jubilaciones provincial o el cierre del Banco de Catamarca.

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En el análisis concreto, arranca con todas las de ganar Brizuela del Moral. También podría repetir la performance en la interpartidaria y hasta permitir que el Frente Cívico emboque dos bancas, la suya y la de la Miriam Juárez, la postulante que surgió de la extraña alianza entre el radicalismo de Catamarca y el sindicalista Gerónimo “El Momo” Venegas que, según los entendidos, tendría que ver con los recursos que se necesitan para enfrentar el proceso electoral. Pero antes de todo, claro está, hay que pasar la interna con “Chichi” Sosa, que tiene mucho para ganar y muy poco para perder. Lograr el triunfo no sólo significaría para él la apertura de las puertas del Congreso nacional, sino la virtual conducción del radicalismo local. Es que no solo batiría a Brizuela, sino que se lo llevaría puesto a Castillo. Pero también perdiendo, en términos relativos, puede ganar. Por ejemplo, si consigue un 15 ó 20% de los votos emitidos en la jornada del 11A se erigirá en referente insoslayable de la UCR. Alguna vez, cuando Ramón Saadi conservaba un caudal importante de poder, un desconocido se le animó en una interna a diputado nacional y le arrancó el 35% del electorado peronista. Entonces se hizo muy conocido. Era Néstor “Chicho” Tomassi, hoy candidato del oficialismo. Así que, cuidado con “Chichi” Sosa, tratado casi despectivamente por Miriam Juárez en el programa de ayer de la periodista Adriana Ana.

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Hablando de Saadi, las expectativas que había creado para el cierre de listas se desvanecieron como pompa de jabón. Habló, pintó paredes, colgó carteles, mandó mensajes y, a la hora del cierre del plazo, ni apareció por el juzgado. ¿Qué pasó? Arrugó feo. No se animó siquiera a jugar con un “muleto” familiar como lo había adelantado El Esquiú.com en el sentido de que podía colocar en la grilla de partida a su esposa Pilar o a su hermano Luis. Sus allegados dijeron que se ha reservado para las provinciales de octubre y la novedad estaría dada por una posible candidatura testimonial suya, que encabezaría la oferta del MAP, pero le dejaría el puesto a quien se ubique en el segundo escalón de la lista. Allí podría anotarse Pilar, Luis o tal vez la dirigente estudiantil Stella Nieva. La idea del “morocho” sería convertirse en árbitro de la Cámara baja y poder negociar fuerte con la administración corpaccista. También amenaza con inscribir postulantes a la Cámara de Senadores, uno de los cuales sería, lo repetimos, el hermano del intendente de Huillapima (Capayán).

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En el oficialismo hubo negociaciones hasta bien entrada la tarde del día sábado por la grilla de candidatos. El titular del ANSES, Gustavo Aguirre (¿será legislador provincial?), se cayó en los días previos, pero el diputado Jorge Moreno estuvo en la discusión hasta segundos antes que se bajara el martillo y se consagrara a la trilogía Néstor Tomassi-Silvia Moreta-Octavio Gutiérrez. Apoyado firmemente desde Buenos Aires por el asesor presidencial Juan Carlos Mazzón, tal cual lo habíamos adelantado en estos “Apuntes”, Jorge estuvo muy cerca de ser el candidato, lo que le abre el camino para el futuro dentro del firmamento kirchnerista. Es que habría hablado en buenos términos con Lucía y se habría comprometido a trabajar en firme por el triunfo del 27 de octubre. La recompensa sería la presidencia de la Cámara de Diputados de la provincia. Debemos recordar que Moreno fue uno de los artífices del acuerdo de unidad del año 2011 que posibilitó la conquista del gobierno y, complementariamente, tiene buenos contactos en diversos puntos de la geografía catamarqueña. Por todo ello, nadie descarta que en el futuro cercano pueda tener protagonismo excluyente.

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Días pasados publicamos una noticia que no pasó desapercibida en los círculos políticos. El ministerio de Obras Públicas, conforme se especifica en el Boletín Oficial, reconoció al extitular del área, Juan Acuña, una deuda de $30.185 por licencias no tomadas durante los años 2010 y 2011. ¡Una vergüenza que todavía ocurran estas cosas! Los funcionarios públicos, sean del partido que sean, tienen libertad para tomar licencia cuando se les ocurre. De hecho, cuál más cuál menos, casi todos viajan y no lo hacen precisamente en misión de servicio porque van acompañados de familiares, pero, muy pícaros ellos, no anotan como son sus días como funcionario. Esto les permite, cuando dejan el cargo, decir que no tomaron licencia. Lo que le correspondía al señor Acuña era decir, en su momento, qué motivos le impedían salir de vacaciones. ¿No tenía reemplazante, por ejemplo? ¿Dónde estaba en los veranos del reclamo que prácticamente no se lo veía por su oficina? ¿Habrá andado inspeccionando personalmente las obras en el interior? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que hay una ley del senador Jorge “Yayo” Agüero que impide el pago a funcionarios de licencias no tomadas. ¿Esto no vale para el señor Acuña?

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RECUERDOS HACIA EL PRESENTE. Finalizamos los “Apuntes” del día de la fecha con el repaso de hechos políticos del pasado. Veamos algunos de ellos.
El 24 de junio de 1988, por consenso, se establece la fecha para la interna del Partido Justicialista por la candidatura presidencial, en la que competirían las fórmulas Cafiero-De la Sota y Menem-Duhalde. Sería el 9 de julio de aquel año. El anuncio lo realizó Eduardo Bauzá, el mendocino que acompañó durante tantos años al expresidente nacido en La Rioja. La explicación indicaba que con la determinación de esta fecha se alejaba la posibilidad de que se produzcan rupturas y que la unidad, más allá de los resultados de la interna, estaba asegurada. Como todos saben, se trató de la última gran interna del partido que gobierna la Argentina, salvo pequeños interregnos democráticos o períodos de facto, desde el año 1946. Se movilizó a todo el país y la histórica victoria le correspondió a Carlos Menem. Catamarca fue el distrito donde mejor ganó (incluso con números superiores a La Rioja) y no en vano, lo más granado de lo que sería el futuro gobierno nacional, llegó a la provincia para festejar el triunfo y hacer un homenaje póstumo a Vicente Leónides Saadi, quien había muerto un día después de aquella famosa interna.

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