Gran sorpresa generó la condena impuesta por el juez Luis Mario Varela, titular del Juzgado Correccional Nº 2 en contra de Víctor Churas Condorí, quien deberá purgar más de dos años privado de la libertad por haber causado la muerte de una persona en un accidente de circulación. La sorpresa radica precisamente en que la condena tiene ciertas diferencias con el criterio que suele aplicar Varela y que recientemente defendió a través de una extensa carta publicada por El Esquiú.com, en la que, entre otras cosas, indicaba que la aplicación de penas efectivas en hechos de muerte involuntaria debía ser la excepción y sólo cuando consideraba que había culpa grave.

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Evidentemente lo consideró así esta vez y no tuvo la limitación de la fiscal Olga Pereyra de Delgado quien también pidió condena efectiva para Churas Condorí, retomando el pedido de penas privativas de la libertad que había abandonado tiempo atrás ante la falta de acompañamiento del magistrado. Cabe recordar la pena en suspenso impuesta para el conocido “Loco” Silva en el año 2008, quien al mando de un auto preparado para carreras arrolló a un anciano a más de 100 km/h y le quitó la vida en la avenida San Martín, aún cuando la representante del Ministerio Público Fiscal le pidió cárcel para el sospechoso.

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El accidente que protagonizó Churas Condorí tiene similitudes con otro caso que también juzgó Varela: el de Aldo Monjes, que recibió una pena en suspenso en marzo de 2011. Ambos realizaron maniobras ilícitas y peligrosas en avenidas al mando de vehículos de gran porte, y causaron la muerte de personas. En el caso de Monjes, circulaba con un carné “trucho” según las crónicas policiales. Y en ninguno de los casos había antecedentes previos, ingesta de bebidas alcohólicas. Y también ambos tenían un informe socioambiental favorable. Habrá que esperar la lectura de los argumentos para dilucidar por qué el ciudadano boliviano terminó en prisión.