Una encuesta encargada por el intendente Raúl Jalil para evaluar la marcha de la gestión capitalina, arrojó que sigue estando a la cabeza de las inquietudes vecinales el tema de la inseguridad y, al mismo nivel, el alto consumo de drogas, especialmente en los sectores más jóvenes de la población. El estudio reveló también el pedido de la gente para que la comuna se involucre de lleno en las tareas de prevención y trabaje en forma conjunta con la Policía provincial en estas problemáticas. Con el resultado de las PASO aún fresco -la Capital es el distrito donde el oficialismo perdió por mayor margen- Jalil ordenó a sus colaboradores que pongan en marcha cuanto antes la guardia urbana y el Centro Operativo Catamarca, que concentrará las actividades de vigilancia a través de las cámaras.

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Sin conocer aún el resultado de la encuesta, el jefe comunal ya había advertido la necesidad de que el municipio -a tono con lo que hacen pares de otros lugares del país- implemente políticas activas en seguridad que antes estaban sólo reservadas para la Nación o los estados provinciales. Por eso creó una secretaría específica -la de Protección Ciudadana- y puso allí a Guillermo Matterson, un hombre que dio muestras de competencia para el cargo ya desde su paso por la Dirección de Tránsito y la Secretaría de Gobierno. El funcionario propuso que todas las actividades de monitoreo estén radicadas en una base operativa desde la cual se alertará a la guardia urbana -la Fuerza municipal- para que intervengan. Por supuesto, en esto será vital el acompañamiento de los efectivos provinciales. En su primera etapa, habrá 45 de estos guardias citadinos.

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Se calcula que para los primeros días de octubre las acciones municipales en seguridad estarán operativas. A esto se sumarán cambios en el área específica de la provincia, con lo cual el FPV espera mostrar mayor ejecutividad en un tema crítico.