Las palabras de la gobernadora Lucía Corpacci cuando inauguró importantes obras hídricas en localidades de Ancasti levantaron polvareda. Es que la primera mandataria provincial les recordó a los ancasteños que durante los 20 años de gobierno de la dupla Boggio-Reyna, el avance que tuvo ese departamento, aún cuando compartieron el color político con el Poder Ejecutivo, fue mínimo. La respuesta no se hizo esperar y, a través de un comunicado firmado por la intendenta y el senador, hablaron de su obra de gobierno y de las mejoras en la calidad de la vida de los pobladores de ese departamento. Pero no pudieron negar algo que dijo Lucía sobre su situación de departamento con mayor índice de necesidades básicas insatisfechas. Es decir, donde más pobreza e indigencia hay en toda la provincia.

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Quizá allí esté la explicación de la pobre elección que hizo el Frente Cívico y Social en ese departamento, donde el 11 de agosto perdió por más de 10 puntos con el Frente para la Victoria. Allí, donde justamente el próximo 27 de octubre se elegirá senador, cargo que Carlos Boggio ostenta desde hace más de dos décadas. Lucía recorrió el sábado el departamento, algo que fue histórico para los pobladores porque hasta entonces ningún otro gobernante había llegado a tomar contacto los pobladores de ese rincón de la provincia. Y no lo hizo con promesas, sino con obras. La inauguración de pozos de agua que llevará un gran alivio a los pequeños productores de la zona.

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Estas obras permitirán que la gente ya no deba estar esperando que “Tatita” Dios haga llover para acceder al líquido elemento, como se supo excusar el exgobernador Eduardo Brizuela del Moral allá por noviembre de 2010, cuando la sequía hacía estragos y la falta de obras empeoraba la situación. “Yo gobierno la provincia, no a Tatita Dios. Tatita Dios está en este momento quitándonos el agua”, dijo ante una consulta periodística quien tenía en ese momento la conducción del gobierno.