El concejal capitalino Juan José “Nene” Sigampa (FPV) presentó ayer un proyecto para que el Ejecutivo municipal realice un relevamiento de todos los empleados que tiene bajo la modalidad de becas, contratos de obras y beneficiarios del programa de Inclusión Capital Social, para, de acuerdo a su “profesión, capacidad y oficio”, se los pase a contrato de locación, priorizando a “los que llevan entre 5 y 10 años de servicios”. Casi en paralelo, personas que desempeñan tareas en el marco del “Capital Social” volvieron a exigir, con un piquete sobre avenida Acosta Villafañe, el ansiado contrato o, directamente, el pase a planta permanente. Ambas acciones tienen un mismo trasfondo: la acuciante necesidad de empleo y el anhelo de conseguir un puesto en el Estado, en este caso el municipal, que -por un aumento aprobado la semana anterior- pasó a ser el mejor pago de Catamarca. El intendente Jalil calculó que son unas siete mil las personas inscriptas pidiendo trabajo y que, en la medida en que no se jubile parte de los empleados actuales, será imposible para la comuna tomar más gente.
******
Dentro del grupo de los “precarizados” hay agentes -como bien lo señaló el edil Sigampa- que llevan más de una década sin lograr la estabilidad. Con razón, argumentan que deben desempeñar tareas en igualdad de condiciones que sus pares de planta, pero sin tener sus ingresos o prestaciones sociales. Esta modalidad de empleo fue común durante las gestiones del radicalismo, tanto en la Provincia como en el municipio capitalino, que hizo abuso de ella para “contener” a la militancia de bajo rango.
******
A nivel del Estado provincial, la gobernadora Corpacci decidió nombrar los becados a medida que se habilitaron los créditos presupuestarios y también gracias a que muchos empleados pasaron a retiro. No obstante, en varias dependencias aún subsisten trabajadores bajo esta modalidad. Según se anunció, el año próximo no debería haber más agentes en esta condición.